Almería

Las cabras se comen las flores de los difuntos en el cementerio del Cabo

  • La empresa jubila al enterrador y una mujer anciana se encarga de abrir y cerrar la puerta · No hay vigilancia y los ovinos aprovechan para campar a sus anchas por el recinto del camposanto

Una veintena de vecinos las han visto. No aparecen todos los días, suelen acudir varias veces al mes aprovechando que encuentran abierta la puerta del camposanto de par en par sin ninguna vigilancia. Aproximadamente diez cabras han sido vistas por las proximidades del cementerio de Cabo de Gata por transeúntes y residentes. Los mismos vecinos han argumentado que "entran en el recinto y se comen las flores", según ha señalado a Almería Actualidad el presidente de la asociación El Charco, Antonio Salas.

El origen del problema, al parecer, se encuentra en la jubilación del enterrador que hasta hace poco estaba trabajando en el camposanto. En su lugar, la empresa ha puesto a una "mujer mayor" que abre las puertas a las 8:30 de la mañana y las cierra a las 14:00 horas. "Nuestro cementerio no tiene vigilancia alguna durante todo el día", señaló Salas, "lo de las cabras es un ejemplo de las cosas que podrían pasar".

El presidente de la asociación cree tener claro el objetivo que persigue el Ayuntamiento. "Pienso que igual lo que quieren es dejarlo que se venga abajo para declararlo en ruinas y poder derribarlo", argumentó Salas. Debido a ello, los residentes se unirán para pedir una reforma integral del camposanto que lo convierta en un recinto "limpio y moderno" para que "sea respetuoso con nuestros difuntos, con los familiares y amigos que ya no están".

Salas insistió en que estas peticiones no son cosa de unos pocos. "Más de treinta vecinos han venido en los últimos días a pedir que se solucione el tema". Entre otras cosas, únicamente quedan libres siete nichos en el cementerio, lo que sumado a la ausencia de enterrador ha hecho que Salas se pregunte "¿qué es lo que va a pasar en caso de que se mueran ocho personas?" Una situación similar, ha señalado, a la que están pasando en otros barrios de Almería como El Alquián.

"No hay nadie en las puertas, todo sigue igual de abandonado, más que ayer pero menos de lo que estará mañana a no ser que alguien lo remedie", apuntó el presidente de la asociación. "Al igual que ocurre en todos los cementerios de la ciudad, nosotros como barrio de Almería también queremos una vigilancia en la puerta", pidió Salas.

La concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería, Rafaela Abad, ha señalado que la persona que abre y cierra el recinto "es alguien a quien ha contratado la empresa" y que "los vecinos deberían hacernos constar en la concejalía sus quejas, y no que nos enteremos por otros sitios". Respecto a la intención municipal de solucionar la problemática planteada por los afectados, la edil ha significado que "nos pondremos en contacto cuanto antes con la empresa para que dé una solución, porque está claro que no es normal lo que está pasando". Abad ha asegurado que el Ayuntamiento de Almería está haciendo "todo lo posible" para que se solucione esta situación "cuanto antes".

La crisis de los cementerios almerienses es algo que viene de antiguo. Especialmente afectados se encuentran los barrios de la periferia como El Alquián, La Cañada o el mismo Cabo de Gata aunque en la capital, en el camposanto de San José, también se registraron problemas al descubrir que los restos de los nichos eran arrojados a un solar cercano. Entre las quejas más frecuentes se encuentra la del mal estado de los accesos, la dejadez en el mantenimiento de los nichos o la falta de los mismos como ya denunciaron en su momento ante el Consistorio, los vecinos de La Cañada.

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