Almería

Los ancianos de La Purísima viven su propia procesión

  • Desde hace varios años la residencia celebra su particular paso La iniciativa surgió de las auxiliares y tiene como objetivo acercarles a estas celebraciones

Desde hace ya varios años los ancianos de la residencia La Purísima tienen la oportunidad de vivir de cerca la Semana Santa. Y es que con el objetivo de que puedan seguir disfrutando de estas celebraciones a pesar de no poder acudir a verlas en vivo, las auxiliares que trabajan en el centro impulsaron la iniciativa de llevar a cabo su particular procesión.

En concreto, la idea fue de una trabajadora que ya no está en la residencia pero que sigue muy ligada a esta actividad. "Nuestra compañera Francisca Jiménez Nieto fue la principal impulsora de esta particular procesión. Aunque ya no trabaja con nosotros, ella viene cada año y nos ayuda a organizarlo todo", cuenta José Miguel Sánchez, terapeuta de la residencia.

Esta iniciativa tan original es un acontecimiento muy esperado por los ancianos. Como cuenta José Miguel, "participan todos y lo viven muchísimo. La imagen es en realidad un muñeca pero para ellos es como si fuera su Virgen, la Virgen de La Purísima, y todos se implican mucho con la procesión. Es muy emotivo ver sus caras de alegría, todos quieren cantarle, recitarle algo... es muy especial para ellos".

De esta manera, alrededor de 120 personas entre familiares, trabajadores y usuarios se dieron cita ayer por la mañana en la residencia para vivir su particular Semana Santa. "Este año además hemos hecho unas insignias que se han repartido y han llevado todos los presentes", cuenta el terapeuta.

Además de los trabajadores, esta procesión cuenta con la colaboración de la Asociación Virgen de los Dolores de Rioja. Los niños de esta agrupación acuden cada año a tocar sus tambores y a acompañar a la Virgen de La Purísima en su pasear. En esta ocasión el acto tomó un tinte emotivo porque desde la residencia rindieron homenaje a la capataz de la Asociación y a una de las chicas de la misma que fallecieron recientemente. "Hemos querido hacerles un pequeño homenaje, así que han acudido sus familiares y se les ha entregado una placa", cuenta José Miguel.

Y es que es una iniciativa en la que todas las partes son importantes, ya que es fruto del trabajo y la colaboración. "Todos aportamos nuestro granito de arena y eso es lo que hace que sea tan especial", explica el terapeuta.

Son las auxiliares las que portan el trono y, si el tiempo lo permite, pasean incluso por las afueras del Centro. "Salimos a los alrededores de la residencia y hacemos las estaciones de penitencia. Además, movilizamos a todos los abuelos para que puedan disfrutar de la actividad. La mayoría están en silla de ruedas, pero les damos la oportunidad de que puedan ir acompañando a la Virgen", concluye José Miguel.

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