Evolución demográfica de la provincia

Almería se hace vieja

  • La distancia entre los La natalidad cae en un mayores y los menores de 10%. El municipio español se ha reducido en más de con mayor media de edad un 20% en apenas 14 años es Beires, con 60,2 años.

La pirámide de población se está deformando. Y eso tiene sus consecuencias. Almería está ganando edad y perdiendo juventud. La tasa de natalidad desciende en los últimos cuatro años casi un 10% y la población envejece a pasos agigantados, hasta el punto que la distancia entre los mayores y los menores de la provincia se ha reducido en más de un 20%. La dinámica evolutiva que sigue Almería pone de manifiesto que de la cifra de 127.220 menores de 16 años que hay en la actualidad se reducirá hasta los 106.934 en 2035. Son cálculos de proyección en los que prácticamente coinciden tanto el Instituto Nacional de Estadística (INE) como el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. El número de mayores de 65 años no parará de aumentar, en 2035 habrá en torno a los 194.000, o lo que es lo mismo, la cuarta parte de la población almeriense debería estar jubilada. La edad media de los almerienses es de 39,46 años, no es de las más altas del país, pero ha crecido en casi tres años en las últimas dos décadas (36 años en 1998), lo que indica la celeridad con la que se hace mayor la población almeriense. La provincia tiene el pueblo con mayor media de edad de todo el territorio español, con 60,2 años de media. No es un caso aislado, el interior de la provincia muere lentamente. En 68 pueblos mueren más personas de las que nacen. 

Este proceso que alcanzará mayor intensidad a partir del 2025, podría llevar a duplicar en el 2050 la tasa de dependencia con respecto a los niveles actuales. En ausencia de medidas de política económica correctoras, la inflexión demográfica y el envejecimiento de la población determinarían aumentos del gasto público en pensiones; en sanidad y en ayuda social a los mayores que difícilmente se podrán ver compensados por el recorte de otras partidas sociales -como la educación-, o por cambios en el patrón recaudatorio. Estas proyecciones marcan, por tanto, un deterioro de las finanzas públicas en el largo plazo y reclaman el desarrollo de políticas que alteren esta situación. 

Con los análisis de sensibilidad disponibles con respecto a distintas hipótesis de partida indican que el fenómeno de envejecimiento de la población es, desde la perspectiva actual, difícil de evitar, a pesar de que el incremento de la tasa de natalidad o la inmigración podrían atenuar su magnitud. 

Y todo esto a pesar de que sigue siendo la tierra con más nacimientos de España, en 1982 era la segunda por detrás de Cádiz con 17,1 partos por cada mil habitantes. Su índice actual es de 11,5, cinco puntos y medio de caída, que se mueve dentro de la dinámica de la media nacional de los últimos treinta años, que ha pasado de los 13,5 partos a los 9,6. 

La tasa de natalidad desciende en los últimos cuatro años casi un 10%. La llegada de un hijo al mundo se ha convertido en un acontecimiento cada vez más meditado por muchas parejas, principalmente por la actual situación económica. 

La capital almeriense es la que más ha crecido en población desde 2010, ganando 4.000, la mayor subida de las capitales. Cádiz ha perdido 5.000 habitantes, Sevilla 9.000 y Huelva 3.000. La única que ha crecido junto a Almería es Málaga, con apenas 500 ciudadanos más. La tónica de la capital es antagónica con la mayoría de los municipios de la provincia. El problema de los pueblos de interior es que o se regeneran o mueren. Si entre los municipios que conforman el litoral almeriense aglutinan el 75,2% de toda la población de la provincia, el resto, es decir, los del interior, están perdiendo población a pasos agigantados. 

En términos generales, el riesgo de mortalidad en la capital es un 25% superior que la media nacional. Junto a ella, en estas cifra superiores se encuentra municipios como el de Berja (19,56%), Roquetas (30%) Carboneras (14,46%), Alhabia o Alhama (15,78%). Dalías es el municipio con peor pronóstico, con un 35,80% de riesgo de mortalidad superior a la media del país. 

El porcentaje de paro en los barrios marginales supera el 45% en Almería, si a estos se suma la periferia el resultado desciende, pero no demasiado, llegando al 38%. El barrio de El Puche supera el 65% de personas desempleadas y La Chanca ya llega al 60%, dependiendo e la zona, este barrio almeriense posee sectores de casi un 80% de paro , una cifra durísima para los que allí viven y que busca una forma de reconciliarse con sus niveles básicos. Los datos varían, y, por tanto, zonas céntricas que abarcan desde El Paseo, pasando por la Rambla, Oliveros y otras como Cortijo Grande, Nueva Almería o Nueva Almería apenas poseen un 10-15% de paro . En cuanto a la mortalidad, el barrio de El Puche, la zona norte de La Chanca, Los Ángeles, Cortijo Grande y un sector de Nueva Almería poseen la tasa de mortalidad más alta. Es el Puche el que cuenta con la mayor tasa con más de el doble de la media andaluza, le sigue la zona noreste de la ciudad. Por el contrario, y rompiendo un mito, es el centro de la ciudad el que cuenta con una tasa menor, teniendo, en este sentido, sus mejores exponentes en la calle Reyes Católicos o Calzada de Castro y alrededores.

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