Almería

Las vergüenzas del Andarax

  • La eliminación de los vertidos parece inminente, pero la suciedad se acumula por todo el cauce, con especial incidencia a su paso por el barrio de El Puche

Vertebra toda una comarca, ofrece conexión a once municipios y da forma a uno de los valles más singulares del sureste español. El profesor Valeriano Sánchez Ramos lo describe como el hilo conductor que intercambia pluralidad de esencias entre los valles encajados del interior y las llanas tierras de su desembocadura. Sin embargo, el río Andarax nunca está exento de polémica. Es escenario de enfrentamientos políticos y guarda tras de sí, aunque a la vista de todos, ahogos higiénicos entre aguas fecales pero tampoco se libra de la clandestinidad de la mano del hombre y su incivismo (basuras por doquier) de la misma forma que se lamenta de la pasividad de las administraciones. El Andarax, sin buscarlo, se ha visto envuelto en juicios, acusaciones fiscales y en los papeles del Defensor del Pueblo Andaluz.

Parece cercano el fin de los olores por aguas fecales en el cauce del río. Estos se hacen más patentes en distintos barrios de la capital, caso de El Puche, donde cuando el calor aumenta sufre las travesuras de los mosquitos. Los vecinos incluso se han llegado a manifestar para pedir algo, simplemente algo. Con la conexión de los pueblos del río a la depuradora de El Bobar esto podría tener un final feliz a pesar de los meses (años) de disputas entre las administraciones de siempre, las municipales y la autonómica. Durante todo este tiempo, los municipios han vertido sus aguas sin depurar al cauce del río y este, sin quererlo, ha hecho de cable conductor hacia su zona más baja.

Pero las vergüenzas del Andarax, de la mano del hombre y no de la naturaleza, van mucho más allá de los vertidos fecales. No hay más que acceder a la zona del río más cercana a la barriada de El Puche para dar constancia. Allí se amontonan desde tiempos inmemoriales todo tipo de residuos. Como si de una tienda de segunda mano se tratara. El río da cobijo a muebles, botellas, paquetes, mesas, plásticos, camas y de todo lo que cualquiera pueda imaginar.

En una resolución de 18 de mayo, el Defensor del Pueblo hizo constar que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio había detectado que todos los municipios del Bajo Andarax, salvo Huércal de Almería, tenían analíticas cuyos resultados superaban los límites máximos de los parámetros legalmente establecidos en cuanto a vertidos de aguas residuales e iniciado expedientes sancionadores.

En su momento recogió, asimismo, que la Junta remitía a la obra de mejora de abastecimiento y saneamiento de los municipios integrados en la Mancomunidad del Bajo Andarax que se "está ejecutando" y que prevé la agrupación de los vertidos de las aguas residuales urbanas de los siete municipios y su conducción hasta la EDAR de Almería para su tratamiento, y también a las obras de mejora y ampliación de esta EDAR del Bobar, de Almería.

El pasado 27 de mayo, el Pleno aprobó por unanimidad una moción para que las administraciones limpien el cauce del río Andarax.

En la enmienda recogida en la moción se instó también tanto al Ayuntamiento de Almería como a los municipios de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax a mantener limpio el margen del río mediante la recogida de residuos así como en la mejora de la depuración de las aguas residuales por parte de los ayuntamientos que vierten sus efluvios a un río de 67 kilómetros al que le apetece que se deje de hablar de él. Al menos un tiempo.

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