La Junta de Andalucía cumplió ayer una de sus tradiciones con la presentación de las grandes cifras de inversión para la provincia durante el próximo ejercicio. Fue el consejero de Agricultura y Pesca, Martín Soler, quien detalló los grandes números regionales y el delegado del Gobierno, Manuel Recio quien provincializó las partidas según los distintos departamentos. El resumen: más de 469 millones de euros, o lo que es lo mismo, 705 euros por habitante; un 5,7% más que el año pasado (el segundo mayor crecimiento de todas las provincias andaluzas), en unos presupuestos que tienen como primer objetivo, el solventar la crisis económica y permitir a la provincia salir reforzada cuando termine la recesión económica.

Así al menos lo reconoció el titular de una de las consejerías más beneficiadas por el aumento en las inversiones, Martín Soler, quien reconoció que se trata de unos presupuestos "adecuados para hacer frente a la crisis económica y financiera que estamos viviendo" y que atribuyó hasta en siete ocasiones a la coyuntura internacional. Aún así se mostró encantado del aumento en lo que denominó "inversiones productivas" y "políticas sociales", aunque las cuentas generales se quedan en un crecimiento de un 1% del Producto Interior Bruta de Andalucía lo que, inevitablemente, se traduce en una pérdida de puestos de trabajo cercana al 1,7%.

Fue el delegado del Gobierno en la provincia, Manuel Recio, el encargado de detallar el montante total que llegará a la provincia, unos presupuestos que calificó como "de inversiones, ya que viene más dinero y se recortan los gastos corrientes". Esas inversiones "productivas" dan en la diana de la innovación, "para que cuando salgamos de la crisis en la que estamos inmersos estemos más fortalecidos" y en la agricultura que, contagiada por la presencia del consejero, "es la partida que más crece de todas en un intento por mantenerla como el principal motor económico provincial".

Hasta 705 euros nos tocan a cada almeriense de los presupuestos de la Junta, la cuarta cantidad más alta de las ocho provincias, posición que también se alcanza si se tiene en cuenta del dinero que llega por kilómetro cuadrado, posiciones que suponen "la consolidación de Almería en la comunidad autónoma".

Los capítulos en los que la inversión se detendrá de una manera especial, serán la continuación de una de las arterias de comunicación que ayudarán a vertebrar el transporte en la provincia, como es la autovía del Almanzora, con dos tramos en ejecución y otros tantos que se licitarán este año y que se llevará casi 24,5 millones de euros, un 5% del total. En este mismo apartado, se destinarán 12 millones a continuar el desarrollo de los nuevos accesos a Roquetas de Mar y Vícar; las variantes de Vera a Garrucha y Mojácar; el acondicionamiento de la vía que une Chirivel, Oria y Partaloa y los accesos del norte de la capital por Viator. Si se suman los apenas 1,7 millones que tímidamente se destinarán al estudio del tranvía de la capital y el apenas medio millón para las conexiones de la línea ferroviaria Huércal Overa-Almendricos, la partida que se queda en Obras Públicas y transportes se acerca a los 82 millones de euros, lo que significa un 17,5% del total.

Una cantidad similar (ligeramente por debajo de los 80 millones de euros) serán responsabilidad de Agricultura y Pesca. En este departamento son especialmente importantes los casi 17 millones que se invertirán en el control de insectos vectores, una herramienta básica para continuar con el impulso a la agricultura respetuosa con el entorno medioambiental; más de 7,3 millones irán para que los pescadores cumplan los paros biológicos (este año de tres meses) que permitan regenerar los caladeros, construir un centro de lucha biológica, ayudar a las industrias agroalimentarias y el apoyo a los grupos rurales.

La innovación será uno de los capítulos especialmente cuidados por la Administración autonómica que en Almería invertirá más de 47 millones de euros: entre ellos 11 para la Universidad de Almería y sus proyectos de investigación y 9 para el apoyo a la inversión empresarial a través de mejoras en las posibilidades de conseguir los créditos que las entidades ahora les niegan.