"Este es el país donde menos problemas hay para celebrar la Fiesta del Cordero", afirma Hachim Abderrahim, un marroquí trabajador autónomo que lleva 36 años en España. Durante el lunes, martes y miércoles, los miles de musulmanes residentes en Almería celebran la Fiesta del Cordero, una de sus dos fiestas más importantes del año, junto al Ramadán. El lunes a partir de las ocho de la mañana el colectivo islámico celebraba las oraciones en lugares incluso como campos de fútbol, ya que las mezquitas no pueden acoger a tantas personas. Después volvían a sus casas o se juntaban en familias en cortijos y fincas para hacer la matanza o para degustar el animal tras haberlo comprado ya muerto en una carnicería. Como los cristianos, el mundo islámico evoca así los pasajes bíblicos en los que se recuerda al patriarca Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac por petición expresa de Dios, quien en el último momento se apiada de él y le envía a un cordero para sacrificarlo en su honor salvando así la vida del primogénito. Tras el sagrado sacrificio, los musulmanes celebran durante tres días la fiesta, yendo de casa en casa de los familiares y amigos, comiendo juntos y recordando la figura de Abraham y el mítico episodio.

La fiesta se celebra de forma simultánea en todos los países musulmanes del mundo, con la única diferencia de los distintos husos horarios, por lo que son millones de personas de diferentes razas y colores de piel los que siguen la sagrada tradición. Hachim acude a la mezquita del polémico barrio roquetero de las 200 Viviendas, pero celebra el Cordero "en Vícar con mi hijo, porque en mi casa no puedo ya que vivo en un piso. Casi todos los marroquíes van a los cortijos".

Sin embargo en el barrio, a la misma hora, fueron degollados varios corderos en las propias casas, dejando regueros de sangre del sagrado sacrificio en las calles. En el interior de las viviendas las familias se reunían mientras los matarifes acababan su faena y quitaban la piel a los animales, que poco antes habían llegado vivos a los domicilios. Otros prefieren evitar estas imágenes y compran los corderos ya sacrificados en las carnicerías, pero en muchos sitios siguen con las tradiciones, "y a los niños les gusta jugar, se divierten con la fiesta", comentan los vecinos.

Durante estos días hay problemas en las empresas porque los musulmanes no quieren trabajar, y sólo un escaso número de ellas les reconoce los días festivos. "Yo como soy autónomo sí puedo, pero sólo en un 1% de las empresas dan fiesta. Hoy se pueden matar por aquí unos 500 corderos", afirma Hachim.

La matanza de corderos sin control sanitario provoca cada año que la Junta de Andalucía vigile en la medida de sus posibilidades estos actos, ofreciendo incluso mataderos para celebrar allí el rito, habiéndose dado casos años atrás de conflictos entre la administración andaluza y la comunidad árabe.

También la Subdelegación del Gobierno realiza un operativo especial en el Puerto de Almería para atender la masiva asistencia a la Fiesta del Cordero en toda la provincia, especialmente en la Comarca del Poniente, donde es muy conocido un carnicero de Benahadux que reparte carne 'halal' (sacrificada a la manera musulmana "en nombre de Dios clemente y misericordioso") y que tras pasar los controles sanitarios es consumida por todas las familias.

La dirección general de Protección Civil y Emergencias del ministerio del Interior activó el Plan especial de la Operación Paso del Estrecho con motivo de la Fiesta del Sacrificio del Cordero.

A través de este Plan, que se estableció del 5 al 9 de diciembre, se activaban diversos dispositivos con el fin de evitar aglomeraciones de pasajeros y vehículos y minimizar los riesgos que podrían producirse en el puerto.

La Fiesta del Sacrificio del Cordero, calificada como la más importante en el mundo musulmán, se celebró este año tras la Fiesta de la Constitución y de la Inmaculada en España.

Se reforzó la asistencia social y sanitaria. En este sentido, la dirección general de Protección Civil y Emergencias activó el convenio que tiene suscrito con Cruz Roja Española.

Se elaboró un Plan de Flota que contó con una previsión de salida de cinco buques diarios hacia el norte de África, lo que posibilitaba la evacuación de más de 9.000 pasajeros y 2.000 vehículos, cifra considerada como suficiente teniendo en cuenta que el pasado año, en la misma festividad, no se superó en ningún caso la salida de 5.000 personas ni,e n cualquier caso, 1.000 vehículos.

La Operación Paso del Estrecho con motivo de la Fiesta del Sacrificio del Cordero se desarrolló el año pasado entre el 15 y 19 de diciembre y durante ella, pasaron por el puerto 20.215 pasajeros y 4.244 vehículos.