Los funcionarios del centro penitenciario de El Acebuche van a recibir el nuevo director de la prisión almeriense con la amenaza de una huelga en protesta por la falta de personal e inversiones en las prisiones, situación que a su juicio redunda en una merma de las condiciones de seguridad. Así lo reconocieron a Diario de Almería los representantes de la Agrupación de los Cuerpos de Instituciones Penitenciarias (Acaip) que representan a la mitad de los trabajadores del centro almeriense y que han sido convocados para una asamblea el próximo domingo en la que "se estudiará la disposición de los trabajadores a llevar a cabo cuantas medidas de presión sean necesarias sin descartar ninguna para poner freno a los endémicos males que sufre la prisión almeriense".

Así, señalan el "incremento de la población reclusa que está alcanzando niveles nunca hasta ahra conocidos , mientras que el número de funcionarios se mantiene o oncluso disminuye". Esto es especialmente serio ya que "los funcionarios de prisiones no pueden garantizar su integridad física, ni de la de los internos a su cargo". En este sentido "cada vez se producen más amenzas y agresiones a trabajadores y entre los internos, aunque en Almería afortunadamente aún no nos hemos enfrentado a unas agresiones de este tipo, los incidentes son prácticamente diarios" aseguró Marcelino Menéndez, secretario general de Acaip en Almería.

La principal denuncia de los funcionarios es la "incapacidad política de los máximos responsables de prisiones para defender ante los diferentes organismos ministeriales los incrementos de plantilla que ellos mismos en privado reconocen como necesarios".

En el mismo sentido critican que se ha impuesto "una unificación de escalas que obliga a los funcionarios a trabajar en módulos con internos de distinto sexo, con los problemas que ello puede conllevar no sólo en caso de incidentes regimentales, si no en el funcionamiento diario de las prisiones, dificultando todavía más la gestión de personal diaria".

Asimismo, se denuncia que "los acuerdos alcanzados con los sindicatos se incumplen de manera sistemática, por lo que se impide que se ponga en marcha una organización más racional".