Se temía por su celebración, pero el frío no impidió que este año la Virgen del Mar pudiera llegar hasta la Playa de Torregarcía, en la que fuera hallada hace 507 años, y celebrarse la romería en su honor. Al menos, la lluvia respetó la mañana puesto que fue a partir de las tres de la tarde cuando comenzó a caer , cumpliendo así las previsiones meteorológicas para el día de ayer. Con siete grados de temperatura en la capital y el cielo prácticamente despejado, la Patrona de Almería inició su marcha a las 9.20 horas desde su santuario, tras la celebración de la Eucaristía presidida por el prior de los Dominicos, Fray Justo Cuberos. La presencia este año de un numeroso grupo de ciclistas pertenecientes a la Unión Ciclista Martínez Oliver fue muy 'aplaudida' entre los pocos almerienses que suelen contemplar la salida, abriendo la comitiva en su desplazamiento hasta la Playa de Torregarcía.

En el lugar de su aparición fue recogida por devotos ante el torreón que da nombre al paraje. La Banda Municipal de Música interpretó el himno nacional y la Virgen realizó un triunfal paseo hasta la ermita construida en su honor. Eran las once de la mañana y ya se habían asentado varios miles de romeros en los alrededores del recinto sagrado, muchos menos que otros años, pero felices todos por poder disfrutar de una jornada al aire libre, de convivencia y encuentros, y de devoción por la Santísima Virgen del Mar, Patrona de los almerienses.

El recién nombrado hermano mayor, Antonio Montellanos, declaró sentirse muy satisfecho por la devoción que expresaban los almerienses, llegados desde muy diversos puntos de la provincia, y porque este año la Virgen del Mar hubiera podido llegar hasta el lugar de su aparición. Ante la ermita se cantó el himno a la Patrona y desde ella se celebró una Eucaristía que fue presidida por el obispo de la Diócesis, Adolfo González Montes, con la presencia del alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador; general jefe de la Brigada de La Legión, Francisco Javier Varela; subdelegado de Defensa, coronel Juan Carlos Rubio; presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, José Antonio Sánchez; y otras autoridades civiles y militares.

Monseñor González Montes pidió el amparo de la Virgen y criticó las ofensas al bautismo, cuya celebración litúrgica se festejaba ayer, y a los sacramentos cristianos de muchas personas que viven con una mentalidad contraria a la fe. Nosotros, afirmó, promovemos la justicia, la ciencia, la investigación, la libertad, y queremos una sociedad más solidaria con los necesitados, los pobres, los marginados, los que no tienen trabajo. El obispo también criticó con firmeza en su homilía las actuales agresiones al cristianismo como una represión de la libertad religiosa que evidencia una falta de respeto y de espíritu conciliador.

En las proximidades de la ermita se instaló el tradicional mercadillo, aunque este año con menos puestos. Las previsiones meteorológicas hicieron que tampoco se montaran las atracciones infantiles, aunque sí se llevó a cabo el concurso de pesca y la actuación del grupo de baile que ofreció distintas piezas típicas almerienses.