La tradición de las hogueras en la zona de la Alcazaba siempre se había realizado con objetos viejos de la casa, que no servían, y este año la vigencia de esta costumbre se ha mantenido con la quema de los bancos antiguos de la Ermita de San Antón por la renovación de estos inmuebles.

La concejal de Participación Ciudadana, Pilar Ortega, asegura que los bancos estaban inutilizables: "No se podían reciclar". Ortega señala que hay "tres hogueras donde se hace un recorrido del Casco Histórico. Están totalmente controladas".

"Las hogueras son del pueblo", con esta frase quería dejar claro Juan del Águila, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico, que esta actividad es una tradición organizada y realizada por los vecinos, por su propia voluntad.

Por la parte de atrás de la Alcazaba se realizaron diferentes hogueras para no estar cerca de los edificios y en el Mirador de la Alcazaba, al final de la calle Descanso, la Asociación de Vecinos del Casco Histórico realizaron una representación de las hogueras mediante una barbacoa donde los productos derivados del cerdo fueron los que pusieron el sabor a la noche.

Con quince kilos de cada producto (panceta, chorizo, lomo y morcilla), los miembros de la Asociación ofrecieron de forma gratuita comida para el que llegase. Pero no sólo se pudo disfrutar de estos alimentos, sino que se llevo entre 60 ó 70 litros de vino.

En un bidón viejo, el fuego iba quemando la leña que se le había echado dentro y aunque muchos se quedaron alrededor de la hoguera, otros pasaban, cogían un bocadillo y seguían su camino.

Otra de las actividades que se hicieron anoche fue la deliberación de la mejor hoguera. "No gana la que más leña tenga sino la más popular, que haya bastantes personas. Se les da un placa para que recuerden que una vez fueron los que hicieron la mejor hoguera".

El presidente de la Asociación dice que en ediciones anteriores siempre ha habido multitud de personas: "Vienen casi todas las mujeres de los concejales y se reúnen aproximadamente entre 200 y 300 personas".

La Asociación de Vecinos del Casco Histórico tienen a esta tradición como una de las fijas dentro de su programación de fiestas. "Hace más de diez años que llevamos haciendo esta actividad. Cada vez va a mejor", afirma Juan del Águila.

De esta forma, la tradición ardió a través de las hogueras y las cenizas se expanderán por Almería para que vuelva a resurgir el año que viene. Jóvener y mayores, familias y amigos, y otras personas para ver el ambiente fueron en gran medida los que animaron las hogueras de San Antón, la llama de las fiestas.