Almería

Prisiones estudia llevar a la Fiscalía al jefe sancionado de El Acebuche

  • La suspensión de empleo y sueldo de seis meses tiene carácter provisional y no paraliza la investigación de la Inspección· El preso denunció que le "tocó los genitales por encima de la ropa mientras dormía"

La investigación de la Inspección de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que ha llevado a la suspensión de empleo y sueldo de un jefe de servicio de la prisión provincial de El Acebuche, podría terminar en la Fiscalía si, una vez finalizado el procedimiento administrativo actualmente abierto, se determine que dicho comportamiento pueda ser constitutivo de un hecho delictivo. Los acontecimientos, adelantados ayer por Diario de Almería, datan de hace dos meses, cuando uno de los internos de Enfermería, denunció al jefe de servicio por someterle a tocamientos mientras se encontraba en su celda.

La noticia fue confirmada en todos sus extremos por parte de la Dirección General , que aseguró que el motivo concreto de la sanción fue la de haber protagonizado una "conducta profesional irregular", motivada por una denuncia de uno de los internos que desarrolla sus tareas de apoyo en la Enfermería del centro, aseguró que el jefe de servicio entró en su celda "a las dos de la madrugada y, con la excusa de estar buscando algo", le realizó "tocamientos en sus genitales por encima de la ropa y de la manta". De inmediato comunicó el hecho ante los funcionarios quienes, en todo momento, le animaron a denunciarlos ante la dirección del centro, quien los puso en conocimiento de la Inspección de la Dirección General".

Fueron los inspectores quienes se desplazaron hasta la prisión almeriense para recabar los testimonios tanto de funcionarios que desempeñan su trabajo en el mismo departamente. como de internos compañeros del denunciante por si alguien había sido testigo de algunos de los hechos denunciados. Al final, únicamente quedaron los testimonios de denunciante y denunciado para sustentar un proceso que ha concluido, aunque sea sólo de manera provisional, con la suspensión durante un periodo de seis meses hasta que se concluyan las pesquisas que continúan en pleno funcionamiento.

Según ha podido conocer Diario de Almería de fuentes penitenciarias, el funcionario reconoció que había entrado sólo a la celda del interno, aunque negó en todo momento que se produjeran los tocamientos señalados en la denuncia. De hecho, llegó a sostener que "escuchó sonidos extraños procedentes de la celda y ante la cercanía en el tiempo de una fuga producida en la cárcel de Sevilla I, decidió acceder a la dependencia, algo expresamente prohibido en el Reglamento penitenciario ya que en este se especifica que siempre debe acudir acompañado de un funcionario, nunca sólo y que, según fuentes de la Dirección General consultadas por este periódico, "pudo poner en serio peligro la seguridad del centro ya que un jefe de servicio tiene las llaves de las dependencias que podrían haber sido arrebatadas por el preso o haberse producido una agresión".

La dirección del centro comunicó dicha actuación a la Inspección del centro quien, según fuentes cercanas a los interrogatorios que se efectuaron en su momento, "fueron muy duros, especialmente con el jefe de servicio a quien le pusieron sobre la gravedad de la actuación que había protagonizado".

Desde el mismo día en que se conocieran los hechos denunciados, el jefe de servicio de encuentra de baja por motivos médicos y ahora deberá permanecer un máximo de seis meses antes de conocer la sanción definitiva a la que deberá hacer frente. Según el reglamento que dirige las funciones y responsabilidades de los funcionarios de prisiones, este es el tiempo máximo al que deberá hacer frente cualquiera de ellos cuya actuación se considere como grave. Si la sanción impuesta sobrepasara ese tiempo, el funcionario perdería su puesto de trabajo en Almería y debería volver a concursar para optar a una plaza similar en otro centro penitenciario. Si la sanción es menor de esos seis meses (como es el caso) y no se adopta ninguna medida adicional, el jefe de servicio deberá reincorporarse a su puesto de trabajo y obligaría a la Dirección General a satisfacerle las nóminas dejadas de percibir durante ese periodo de tiempo, aunque únicamente la retribución básicaa, poco más que la mitad del salario neto percibido.

El director de El Acebuche, Miguel Ángel de la Cruz. confirmó a Diario de Almería la "gravedad de la conducta demostrada por el jefe de servicio, así como la extramada agilidad en la realización de su trabajo demostrada por los funcionarios de la cárcel almeriense que, junto con los servicios centrales de Instituciones Penitenciarias, han posibilitado que el expediente de la Inspección haya estado concluído en un periodo de tiempo inhabitualmente corto". De la Cruz ratificó que "contra el jefe de servicio no hay nignún testimonio que, al menos de momento, le inculpe de los hechos denunciados por el interno, aunque sí que la conducta que protagonizó es absolutamente rechazable, por lo que la sanción impuesta considero que es adecuada, siempre a la espera de que se concluya un expediente administrativo que aún no ha concluido" y que de apreciarse "algún comportamiento constitutivo de delito, se daría parte a la Fiscalía para que ordenara la apertura de un juicio ordinario. Por el momento, esto no se ha producido, pero no se descarta en absoluto".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios