Almería

Las lluvias traen más caracoles y crece un 60% la venta de químicos

  • Este año se ha experimentado una notable incidencia de babosas y caracolillos en los cultivos hortofrutícolas · Si no se eliminan a tiempo, pueden provocar graves pérdidas a los agricultores

Nunca llueve a gusto de todos. Si para los recolectores de caracoles éste es un año especialmente bueno por las cifras hidrológicas registradas, los agricultores no pueden decir lo mismo. El incremento de la humedad ha provocado un 'boom' en la población de moluscos gasterópodos que amenaza con devorar cultivos enteros de frutas y verduras si no se toman las debidas precauciones a tiempo.

Los distribuidores de fitosanitarios confirman el aumento de estas plagas. En lo que va de año, están registrando un incremento en las ventas de químicos contra caracoles de entre un 20% y un 60%.

La zona con más incidencia de caracoles es la del Poniente. Empresas como Almer-Inver han visto aumentar "hasta un 60% la venta de productos contra caracoles respecto al año pasado", explica un comercial. "Hay muchísima babosa y también caracoles, atacan a las plantas y destrozan un cultivo en nada de tiempo".

Por su parte, la firma Méndez García e Hijos, ubicada en Níjar, asegura que venden "hasta un 25% más de productos de este tipo desde que empezó el año". Su clientela acude al negocio en busca de soluciones rápidas "sobre todo para caracolillas", una variedad que se caracteriza por su concha alargada y en espiral.

En la zona de Campohermoso-Níjar la situación "no es preocupante", porque se están tomando precauciones nada más detectar las primeras incidencias, explica el encargado de la firma.

Para combatir las plagas de moluscos gasterópodos se utilizan sulfatos de hierro y metaldeido, principalmente. Las dosis necesarias dependen del tipo de cultivo y del número de individuos que se hayan instalado en él, pero generalmente la media ronda entre 5 y 8 kilogramos de producto químico por cada hectárea de cultivo.

Si se detecta a tiempo la incidencia, se puede 'limpiar' la finca en sólo tres días, de lo contrario, el cultivo puede registrar pérdidas importantes, ya que los caracoles y babosas devoran la epidermis de hojas, flores, frutos, semillas, plántulas, ramas y tallos jóvenes de las plantas e incluso sus partes subterráneas, evitando su crecimiento y desarrollo. Además, provocan perforaciones muy similares a las que realizan algunas larvas de insectos, si bien se pueden diferenciar por la baba característica que deja el molusco.

El agricultor Luis Alarcón es uno de los afortunados. Detectó a tiempo una plaga de caracolillos en su finca de Antas y no dudó en tomar medidas urgentes, ya que "estaban atacando no sólo a las hortalizas, sino también a los frutales".

"Es la primera vez que me pasa", asegura. Hasta ahora, nunca había vivido una época de lluvias como la de este año, de modo que apenas había sufrido incidencias de este tipo. En un primer momento, trató de eliminarlos recogiéndolos. "Tardé una semana entera", explica. Posteriormente, optó por utilizar un producto especial a base de hierro para erradicar el resto y evitar que siguieran reproduciéndose.

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