El centro comercial que la UTE Joysan tiene previsto construir en El Toyo no comenzará a levantarse hasta el año 2013, tras conseguir una prórroga por parte del Ayuntamiento de Almería. Desde la empresa se pidió una demora de hasta cinco años, aunque los técnicos municipales del área de Urbanismo ha preferido reducir dicho plazo a dos años, con la esperanza de que mejore la coyuntura económica y, por tanto, la necesidad manifestada por parte de los promotores de retrasar el proyecto que se estipulaba como una de las grandes bazas para la revitalización comercial de una de las zonas de mayor proyección urbana de la ciudad.

A la par que pedía a Urbanismo la prórroga, Joisan, sociedad constituida por Miguel Santaella y la empresa Joigca, cerró un acuerdo de financiación con Banesto por valor de unos 30 millones de euros que le permitirá construir el centro comercial. La cuantía cubre la totalidad de los costes del proyecto, pero no los problemas de comunicación que sufre la urbanización desde que se urbanizó para los Juegos Mediterráneos. De hecho, este es uno de los principales obstáculos esgrimidos por los promotores. Así, el empresario almeriense Miguel Santaella ha recordado que los operadores comerciales tienen muy en cuenta los tiempos empleados en los desplazamientos de los posibles clientes y están encontrando deficitarios los accesos, que en la actuación se encuentran en obra.

La parcela comercial fue vendida en junio de 2006 por el Ayuntamiento, a través de un concurso público. La superficie del solar es de 82.797 metros cuadrados, con una edificabilidad de 41.339 metros cuadrados. El coste por el que optaron a la parcela superaba los 14 millones de euros, por encima de la otra oferta que presentó propuesta, Cajamar, que fue desestimada también por tener una finalidad menos comercial a la hora de poner en marcha su proyecto.

De hecho, Cajamar siempre ha planteado su voluntad de centralizar sus servicios y dejar de pagar alquileres en oficinas anexas a la sede por importantes cantidades de dinero. Dicha circunstancia le llevó a optar al espacio comercial de El Toyo , donde pretendía llevar todo el grueso de sus infraestructuras.

Por el momento, ni Cajamar ha podido centralizar sus servicios ni ha sido posible comenzar a construir en la parcela comercial un atractivo añadido para los barrios de Levante de la ciudad.