El AVE que enlazará Almería y Murcia ha cumplido otra de sus etapas con la conclusión del túnel del Almendral, que salva el escollo que supone la Sierra Cabrera para el trazado ferroviario. El principal objetivo de la obra recién concluida era precisamente, salvaguardar los valores medioambientales de una zona declarada como Lugar de Interés Comunitario (LIC). La longitud del túnel recién terminado en su calado, es de poco más de 1,1 kilómetros y está ubicado en el tramo barranco de los Gafarillos-Los Arejos, dentro de los límites del término municipal de Sorbas , justo donde el pasado día 15 de marzo se produjo el momento histórico del final de los trabajos de la perforadora más grande de todo el país. Ahora queda en ejecución el viaducto de Gafarillos, de 434 metros de longitud que salvará el cruce del barranco del mismo nombre.

Los 1.106 metros de túnel suponen el 65% de todo el trazado de un tramo, el más complejo de todo el trazado entre Almería y Murcia (y uno de los más complicados de todas las líneas de AVE en España) que en sus apenas 1,7 kilómetros se van a llevar 35,4 millones de euros de presupuesto y de las que un 67% ya se encuentran ejecutadas.

Según reconoció ayer el Ministerio de Fomento "la construcción del túnel bajo el cerro del Almendral, permite minimizar el impacto ambiental del trazado ferroviario a su paso por la zona. Con la ejecución de esta obra subterránea, la afección sobre el terreno será mínima y contribuirá de esta forma a preservar la flora y la fauna locales".

Esta proyectado para ser utilizado como vía doble y de sus 1.106 metros, 786 corresponden realmente al túnel en mina. A esta última cantidad hay que sumarle los dos falsos túneles de entrada y salida que representan otros 320 metros (21 en la boca norte y 299 en la sur).

El túnel ha sido construido por el denominado 'método austriaco' y se ha utilizado para ello una perforadora distinta a la del primer túnel de Sorbas. Lo que resta para estar completamente operativo es el recubrimiento de toda la bóveda de un material impermeable que evite la entrada de agua al interior de la excavación y un posterior hormigonado "para dotar al túnel de la superficie de acabado óptima".

El presidente de Adif, Antonio González Marín, reconoció en la finalización del primero de los túneles que el "respeto por el medio ambiente" era una de las prioridades de la obra.