Almería

Pasión y sentimiento cofrade en la vetusta Almedina

  • El Hospital Provincial acoge por vez primera la salida de la cofradía de Rosario del Mar · Sobriedad en todo el recorrido

Las calles colindantes al Real Hospital provincial eran un hervidero de ir y venir de personas esperando con renovadas ansias la salida procesional de la Cofradía del Rosario del Mar, la cual, cuando el reloj marcó las 18:00 horas, abrió las puertas del antiguo Hospital Provincial de Santa María Magdalena, hoy Hospital de Alta Resolución Nicolás Salmerón, y un silencio barroco hizo enmudecer a miles de gargantas al ver aparecer la cruz de guía erguida sobre la cintura del primer nazareno de la Semana Santa almeriense perfilando la calle Doctor Gómez Campana, acompañado de una fila de penitentes revestidos con elegancia sacra con antifaz y túnica negra, y capa marfil.

El arte eclecticista de la Capilla y el Hospital y su compendio arquitectónico se convirtieron durante unas horas en Estación de Penitencia del primero de los pasos, el Nuestro Padre Jesús de las Penas en el Abandono de sus discípulo, magistral obra humana y divina de Luis Álvarez Duarte, que al compás de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Expiración de Huéscar iba muy despacio la nueva parihuela adaptada al paso ornamentado por iris morados y rosas rojas, llevado con esmero por una treintena de expertos costaleros dirigidos con maestría por el Capataz General Rafael Morcillo Molina y los capataces de paso Pepe Carmona Lozano, Jesús Francisco García García y Juan Andrés García García. Tras el tramo de nazarenos marianos y bellísimas mujeres vistiendo la clásica mantilla española, el Paso radiante de Nuestra Señora del Rosario del Mar, vestida primorosamente por Álvaro Abril, y una finísima ornamentación floral de orquídeas, realizado por Floristería Astrid, comenzó su andadura camino hacia la vetusta Calle Santa María en plena artería de la Almedina con la Alcazaba de fondo, un gran momento estelar en una tarde noche con sabor a brisa marina, donde se congregaron miles de almas para presenciar el paso de la Cofradía.

El paso de la Virgen portado con trabajadora sevillana era conducido a la voz de los curtidos capataces Leandro Becerra Ruiz e Ismael Ruiz González, y los acordes musicales de la Asociación Musical San Isidro de Armilla.

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