Almería

Briseis, renacer de las cenizas

  • La empresa familiar está a punto de culminar su ampliación, en la que ha invertido alrededor de 20 millones de euros · Produce más de 150.000 unidades cada día

Los envases vacíos se agolpan en una tolva esperando su entrada en su respectiva línea de producción para ser rellenados de gel, elixir bucal, perfume... Es un proceso que emplea máquinas inteligentes y que facilita la producción de entre 150.000 y 180.000 unidades cada día.

La empresa almeriense Briseis mantiene su propia esencia, renovada y reinventada para mirar hacia el futuro, en un sector cada vez más competitivo y globalizado, y continúa creciendo a base de una filosofía de calidad de sus recursos humanos y su materia prima, mejora continua y diferenciación, lo que ha conseguido bajo su sello personal durante los últimos 80 años.

Pasear por sus instalaciones se convierte en un viaje a través del sentido del olfato, envuelto en fragancias procedentes de geles de baño, desodorantes y perfumes. Cada sala está plagada de medidas de seguridad, en estricto cumplimiento de la normativa vigente, con los mejores y más vanguardistas sistemas de seguridad activa y pasiva, muy por encima de los estándares mínimos exigidos. Difusores de agua, suelos antideflagración, extintores, extractores capaces de desalojar todos los vapores de alcohol en menos de cuatro minutos en cada sala...

La prevención forma parte intrínseca de los quehaceres diarios de la factoría, que posee unas instalaciones de 30.000 metros cuadrados, si bien, la parcela total supera los 40.000 metros cuadrados.

Briseis continúa clavando sus raíces en tierra almeriense tras más de ocho décadas de actividad. A pesar de las dificultades, que las ha habido, de todo tipo, la empresa fundada por Antonio López Jiménez y que hoy dirige Carlos Briseis, puede presumir de haber alcanzado ya la tercera generación pasando el testigo. Para ello, saben que el éxito solo se logra a base de esfuerzo y trabajo, características intrínsecas del ADN de los dirigentes de la compañía.

Se trata de una empresa familiar que ha invertido alrededor de 20 millones de euros en la restauración y ampliación de sus instalaciones en los últimos tres años, después de producirse el trágico incendio, y aún continúa con nuevos proyectos y obras dentro de su parcela.

Cada día fabrica entre 150.000 y 180.000 unidades de producto, que se distribuyen en su más de medio centenar de referencias. Con una facturación de doce millones de euros al cierre de 2010, Briseis comercializa la mayoría de su producción, en torno a un 85%, en el mercado nacional. El resto se vende, principalmente, en Suecia, Marruecos, Andorra y Bélgica, y más esporádicamente a Martinica, Guinea Ecuatorial, Puerto Rico, Honduras o Gibraltar, entre otros, además de que tiene el punto de mira en importantes mercados como el alemán, donde ha contactado nada menos que con el gigante Rewe. También está llamando a las puertas de Inglaterra e Italia.

Según explica Carlos Briseis, los productos bajo las marcas de Briseis (Tulipán Negro, Cruise, Ragatza, Bel-Air, Farina Plata, entre otros) se comercializan a nivel nacional a través la propia red de ventas, con un equipo de vendedores. Para ello, se visitan a los principales clientes como son las cadenas de hipermercados Alcampo, Eroski y demás, así como cadenas de supermercados como Mercadona, Ahorramás o Caprabo. Briseis también utiliza el canal tradicional de distribución y vende a cadenas de tiendas de perfumerías y droguerías, así como a tiendas propias como Sephora, If, Body-Bell, entre otras, sin olvidar los grandes almacenes como El Corte Inglés.

Las ventas internacionales las realiza a través de importadores locales con los cuales tiene contrato de distribución en exclusiva.

Por otra parte, Briseis presta servicio a la compañía Henkel, que consiste exclusivamente en la fabricación y envasado de algunos de sus productos tanto para el mercado nacional como para otros países, tal es el caso de Italia, Francia, Polonia o Alemania. Después ellos realizan su proceso de comercialización de manera exclusiva.

Las instalaciones están perfectamente compartimentadas, con almacenes, salas de mezclas, para tratamiento de aguas, sala de elaboración, laboratorio de microbiología, procesos, taller, garantía de calidad, muesroteca y nueve líneas de envasado. Y continúa creciendo para mejorar sus equipamientos y optimizar su producción. Todo ello cuenta con pasillos que circundan las salas de producción, además de contar con cuatro salidad de emergencia.

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