Llega julio y las carreteras españolas se atestan de vehículos repletos de turistas buscando la costa. Son días de atasco en las autovías, el mismo tapón que la UD Almería tiene generado en su operación salida. Desde el término de la competición, nada menos que nueve futbolistas han sonado como posibles ventas.

Hablamos de los casos de Pellerano, Acasiete y Carlos García en defensa; Vargas y Bernardello en el centro del campo o Crusat, Piatti, Kalu Uche y Ulloa en la delantera. Cada semana ha saltado la noticia de que uno u otro estaba más cerca de tal o cual destino, pero la realidad es que el mercado sigue muy parado y todos se mantienen en nómina.

La venta que desbloquearía tal situación es la de Pablo Piatti, cuya salida todos los estamentos del club dan por segura, pero por el momento ni Udinese ni Benfica, los conjuntos que más predisposición han mostrado por hacerse con los servicios del argentino, no terminan de aportar los 10 millones de euros exigidos por Alfonso García para dar el visto bueno al traspaso.

Las formas de pago en un mercado de fichajes en franca recesión por la crisis económica es otra de las cuestiones que frustran muchas operaciones en principio encauzadas. Así, el máximo mandatario unionista no ha dado luz verde a las propuestas llegadas desde el Besiktas para firmar a Kalu Uche.

En otros casos, todo ha quedado en mero interés, sin concretar oferta alguna. Así ha sucedido con Bernardello y el Wigan o su compatriota Ulloa, a priori pretendido por Getafe, Racing y Zaragoza, sin ningún propósito firme detrás que la palabrería.

Luego están situaciones como las de Pellerano, Carlos García o Crusat, que han manifestado su interés por recalar en otro destino pero cuyos agentes siguen sin presentarle al club una propuesta satisfactoria para ambas partes.

Boca Juniors ha solicitado la cesión del central argentino, quien ha reiterado que con el descenso y la consiguiente reducción de ingresos ya no le compensa jugar en el fútbol europeo, si bien Alfonso García ha dejado claro que no suele ser práctica habitual en la entidad el préstamo de jugadores (se hizo con Nieto porque era imposible arbitrar otra salida).

El Kuban quiere a Carlos García, al que le resta solo un año de contrato y si la UDA busca sacarle algún rendimiento económico se va a ver obligada a vender. Otra cosa es que el jugador, padre reciente, esté por la labor de hacer las maletas para irse a Rusia.

Crusat también se ha dejado querer durante la época estival por clubes ajenos. Rayo Vallecano y Betis parecían interesados en contratarlo, pero solo el conjunto andaluz dio el paso de hacer una oferta que el máximo mandatario unionista rechazó por insuficiente. El Universitario peruano viene cortejando a Acasiete desde hace un mes, si bien en este caso el propio jugador ya manifestó que su idea era terminar su contrato en el Almería.

Vargas es el último en decir 'esta boca es mía' al admitir que su agente le ha transmitido que podría recibir ofertas del fútbol argentino una vez que pase la Copa América y se reanude la competición con el Apertura. Con este panorama, tan solo Alves, que lo tenía cocinado desde primavera, ha dejado dinero en las arcas, unos tres millones de euros.