El sábado a las seis de la tarde comenzará la temporada en el Mediterráneo ante el Girona. Un Mediterráneo que se debe convertir en un fortín si el objetivo marcado es el ascenso. Así lo fue en la temporada 2006-07, cuando se consiguió subir a Primera.

Los rojiblancos, entrenados por aquel entonces por el ahora técnico del Valencia Unai Emery, se quedaron con los tres puntos en 17 de las 21 ocasiones. En 20 consiguieron algún punto. Tan sólo perdieron ante el Tenerife en la primera jornada (es decir, veinte partidos invictos como local). Los empates llegaron ante el Alavés (2-2), Xerez (1-1) y Málaga (2-2).

54 puntos en total conseguidos en el fortín del Mediterráneo que hicieron que subir a Primera fuera más fácil. Las siete victorias y cinco empates lejos de Almería hicieron el resto.

Aunque los cantos de sirena afirmen que Lucas Alcaraz saca más puntos fuera de casa que dentro, los guarismos dicen lo contrario. En las dos últimas temporadas, el Córdoba consiguió 16 (por 39 de casa) y 19 (por 33 en El Arcángel) puntos fuera de la ciudad de la Mezquita. Es decir, que el técnico granadino se hace fuerte en casa, aunque esos números tan sólo sirvieran para que el conjunto verdiblanco consiguiera la permanencia.

Eso sí, comparando los números, y sumando los conseguidos en el Mediterráneo en la temporada del ascenso y los de Lucas Alcaraz fuera de su campo en las dos últimas campañas, saldrían unas cifras que significarían la vuelta a Primera.

De ahí que hacerse fuerte en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo se antoja fundamental para que la UD Almería consiga su objetivo. Los puntos son los mismos dentro que fuera, pero los de Lucas Alcaraz deben aprovechar el calor de los aficionados para hacer del campo de la Vega de Acá un fortín inexpugnable como lo fue hasta el año pasado.

En Primera, sin contar la última campaña (donde se empató hasta en diez ocasiones) tan sólo se perdió catorce veces en tres años. En la temporada 2008-09 se consiguieron once victorias y cuatro empates, algo bastante significativo para un conjunto humilde como es el Almería.

Fuera de tierras almerienses, el nuevo técnico rojiblanco ya se encargará, con su estilo de juego, de traerse en el autobús el máximo de puntos posible. Ya lo hizo en Córdoba el pasado sábado, cuando, sin practicar un buen fútbol, sacó uno que puede ser muy importante de cara al futuro. El sábado deberá darse por bueno este.

Así que la afición cobra un papel fundamental, aunque la ciudad siga sin responder, a pesar de los numerosos descuentos y bajos precios que ha puesto esta campaña el máximo accionista de la entidad rojiblanca, Alfonso García. Aun así, el tren del ascenso pasa por casa. Tal y como lo hiciera hace cinco años, cuando todo se subió curiosamente en el propio Mediterráneo.