El CD Roquetas no va a poder utilizar durante los próximos días las instalaciones del campo de fútbol Antonio Peroles debido a la explosión de una tubería de agua que afectó a los vestuarios de los equipos dejando sin agua las duchas. Los jugadores del partido Roquetas-Lucena, que perdió el cuadro local por 0-1, tuvieron que ducharse en las pistas de tenis ante la imposibilidad de utilizar los vestuarios del estadio. Hasta que los técnicos no den una solución al problema incluso es posible que el club rojillo no pueda utilizar sus instalaciones durante los primeros partidos de la temporada oficial, por lo que momentáneamente el equipo tendría que utilizar como alternativa el campo de fútbol Los Bajos, siempre que reciba autorización federativa para celebrar allí sus encuentros.

El pasado fin de semana los futbolistas tuvieron que ducharse en las instalaciones del Club de Tenis ante la imposibilidad de hacerlo en el Antonio Peroles, con una curiosa estampa de trasiego de jugadores cruzando la calle en traje de baño. Al parecer el colegiado del encuentro incluso levantó acta de la situación, al existir una irregularidad que impedía utilizar las duchas y hubo presencia de la Guardia Civil que reflejó la situación en su atestado.

Según afirma el concejal de Deportes, José Juan Rubí, "el problema apareció al hacer una inspección rutinaria de legionela en las tuberías. El jueves pasado se metió agua a presión a ochenta grados y estalló la tubería, afectando a las duchas y las llaves de paso, por lo que desde el jueves no hay agua en el campo. Ahora los técnicos, que están trabajando para solucionar el problema, tendrán que decir cuándo se podrán volver a utilizar las instalaciones. Esto ha provocado que el césped se haya deteriorado bastante y que haya que volver a poner muchas piezas nuevas porque con la presión del agua reventaron muchas instalaciones de las que tenemos en el estadio Antonio Peroles. Cada dos meses se hacen inspecciones rutinarias para comprobar el estado de las tuberías y ahí surgió el problema".

La falta de agua ha provocado que el césped lleve varios días sin regarse por lo que se ha deteriorado mucho. Además hay que tener en cuenta que algunas fuentes consultadas por este periódico afirman que la excesiva salinidad de las aguas subterráneas con que se riega el campo ha provocado que se queme el césped y tenga que ser repuesto para que pueda jugarse en un terreno de fútbol en buenas condiciones.

Algunas fuentes habían llegado a afirmar que los problemas en las tuberías se habían producido al detectarse una infección de legionela, una posibilidad totalmente descartada por el concejal de Deportes Rubí, quien aseguraba que "si hubiera habido una infección de legionela lo primero que hubiera hecho el árbitro es suspender el partido, y no lo hizo. El árbitro incluso se cambió en su vestuario aunque se duchó en las pistas de tenis. Ha sido una avería muy grande de agua que ha hecho que llaves de paso, cisternas, etc., revienten, por lo que posiblemente durante diez o quince días no se puedan utilizar porque hay que tirar todo abajo y hacerlo otra vez."

En relación al próximo partido que tiene que jugar en casa el Roquetas, dentro de dos fines de semana en la cuarta jornada, puesto que en la próxima jornada, la tercera, visita el campo del Écija, no hay seguridad de poder utilizarse el Antonio Peroles. Rubí afirma en este sentido que "esperemos que sí podamos jugar allí entonces, pero si hay algún problema será por el estado del césped, porque si no se riega no se puede utilizar el campo. Si el problema persiste tendremos que jugar en el Campo Municipal de Los Bajos, siempre que la Federación autorice el cambio", argumentaba el máximo responsable municipal de Deportes, quien continuamente está en contacto con los trabajos de reparación para que el problema sea subsanado cuanto antes.

Según los expertos la legionela se produce debido al estancamiento de las aguas y el calor, al no haber actividad en las tuberías, por lo que es necesario mover el agua para que no estanque, ya que se pueden dar casos de víctimas mortales, como hubo en Murcia debido al estado de las conducciones de aire acondicionado en un hotel.