Lucas Alcaraz lo tiene claro. El técnico granadino ha mostrado desde el principio su preocupación por una plantilla tan corta, pero trata de sacarle el máximo rendimiento posible optimizando recursos. Sabe que la apuesta es interesante y necesaria en tiempos de crisis, pero nadie le quita de la cabeza la certeza de que el equipo se va a resentir cuando las bajas comiencen a inundar el plantel, bien por lesión bien por sanción.

Mañana domingo Alcaraz no podrá contar con Leo Ulloa, máximo goleador del conjunto rojiblanco. En la misma tesitura está Paco Herrera, que no dispone de un viejo conocido de la afición almeriense, Mario Bermejo. Sin embargo, ya se sabe que mal de mucho es consuelo de tontos. "Estamos en una situación similar, pero ellos tienen más número de jugadores que nosotros. Vamos a presentar un once de garantías, pero perdemos en el apartado de sustituciones. Hay que ser cautos compitiendo", explicó el granadino, que le va a seguir dando confianza a un jugador que no termina de explotar: "Tenemos dos delanteros en el equipo. Será un partido con desgaste y Goitom está perfectamente preparado para ser titular. Tengo plena confianza en él", dijo.

Alcaraz desveló quién será el 9 del equipo y la manera en la que tratará de jugarle el equipo a un Celta que es temible cuando juega lejos de Vigo. "Es un conjunto que si lo dejas correr, hace transiciones con mucha velocidad. No nos podemos dejar llevar por los arrebatos y tenemos que jugar con cabeza", a un equipo que ha ganado los dos partidos jugado fuera de casa: "Cuando no juega en Balaídos donde nota más la responsabilidad, lo hace más liberado, sin la presión del público".

Parte muy importante del encuentro de mañana domingo a las 12:00 será el calor. Alcaraz tiene claro que va a influir, por lo que tratarán de adaptarse lo mejor posible. "Sí se va a notar en lo referente a la respuesta fisiológica del jugador, pero no sabemos en qué grado nos influirá realmente". El mejor antídoto para tratar de combatir el calor es tener el balón. "En el partido tenemos que conjugar el ritmo y la ocupación del terreno de juego con la respuesta física. No podemos mantener un ritmo homogéneo durante los 90 minutos".

Aunque el Celta es el presente y Alcaraz asegura "no mirar más allá del domingo", el calendario se empina ahora. "Los siguientes partidos medirán nuestra situación actual, pero no dirán nada del futuro. Quedan muchas jornadas por disputarse y en el fútbol se vive de sensaciones", apuntó el técnico que ve cómo su equipo va mejorando: "Los jugadores van creciendo, pero tenemos que ratificarlo. Necesitamos fuerza mental y carácter para cuando los resultados sean negativos. Hay que saber entonces que el trabajo debe ser el mismo".

"Ratificamos la mejora del equipo en Murcia con una victoria, pero ante el Girona también jugamos para ganar. Sin ese minuto final, las sensaciones también habrían sido buenas ese sábado", dijo un Lucas Alcaraz que desconocía que el Almería llevaba 51 jornadas sin vencer dos partidos de manera consecutiva: "Esta liga es muy larga y eso son sólo estadísticas. Se ha demostrado que hay equipos que comienzan bien y después se hunden y viceversa".

Echando mano de los números, al granadino le preguntaron sobre una estadística más positiva: en la última temporada en Segunda, los rojiblancos vencieron todos los partidos que jugaron en casa con las cámaras de Canal+ como testigo. "Es algo positivo. Pero las estadísticas no te aseguran nada en un partido. Ojalá ganemos al Celta por los tres puntos y porque nos demostremos a nosotros mismos que somos mejores. Si hacemos las cosas, tenemos más posibilidades de vencer el domingo".

Para terminar la rueda de prensa, Alcaraz habló de dos nombres propios: Jonathan y Azzev. Del primero, que irá convocado mañana domingo, dijo lo siguiente: "Trabaja muy bien en los entrenamientos y está en proceso de formación. A nivel de rendimiento, está claro que aún no es Leo". Sobre el nigeriano, al que ha tenido entrenando esta semana a sus órdenes, también comentó que transmitía sensaciones muy positivas. "Tiene que adaptarse a un fútbol distinto al suyo, a un país, unas costumbres y un idioma. Tiene grandes cualidades, pero ha de mejorar el aspecto técnico-táctico, puesto que físicamente sí que está bien".