almería b | La Unión · LA CRÓNICA

Acaba desquiciado

  • Tres expulsiones El árbitro expulsó a Rubén, Alberto y Minaya y señaló un sinfín de fueras de juego inexistentes Méritos El filial dispuso de muchas ocasiones

Parece un tópico pero hemos de comenzar un domingo más la crónica hablando del equipo arbitral, en este caso. Pésimo arbitraje el del alicantino Salazar López que, en un partido sin brusquedades, expulsó a tres integrantes del equipo almeriense y un jugador del unionista.

Pero lo peor del trío arbitral no fue él, sino su alopécico ayudante Porras Rico, quien levantaba el banderín una y otra vez en los ataques rojiblancos. Hasta doce veces señaló inexistentes fuera de juego a los de Francisco, mientras que los de Machuca sólo cayeron una vez. Es una pena que en Segunda División B exista este tipo de arbitrajes, que se creen los protagonistas absolutos del partido y que, en campos con pocos espectadores y abundante fuerza pública, dan un concierto de desatinos anticaseros. Sin duda, el resultado habría sido otro con un arbitraje imparcial.

Aparte de esto, es de justicia el comentar que en pleno mes de septiembre, en Almería, a las once y media de la mañana, en el inhóspito anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos, no se puede disputar un partido de fútbol de categoría nacional. Sucede que el equipo que lleva la iniciativa del partido, normalmente el local, se agota si no marca pronto mientras que el visitante se encierra en su área a verlas venir y llega más fresco al final. El próximo domingo hay que repetir destierro del campo grande, cuyo césped está siendo tratado, y habría que plantearse si el anexo es el lugar adecuado para recibir al Melilla.

En lo meramente deportivo, fue el típico partido en que, si hubiese llegado el primer gol, habrían entrado tres más. Desde los 12 minutos jugó el Almería B con diez jugadores, por expulsión de Rubén Primo, que cortó en falta un contrataque de Aiert, exfutbolista del equipo almeriense. En la reanudación, a los diez minutos mostró la segunda amarilla a Minaya, con lo que se equilibraba el partido; pero dos más tarde era el rojiblanco Alberto quien recibió idéntica sanción. Y a la media hora, el veterano Iriarte (¡tendrá tablas el hombre!) fue expulsado del banquillo por una protesta al impresentable linier. Todo un show en el que, por desgracia, siempre son protagonistas los que menos deben de serlo.

Enumerar las ocasiones del Almería B sería interminable: Pallarés. Jonathan, Trujillo, Alcalá, Cristóbal... que no culminaron sus remates con el deseado y merecido gol. En resumen, buen partido por parte de los almerienses, mientras que los unionistas sólo a verlas venir. La victoria debió ser rojiblanca, aunque al final sólo se sumó un nuevo punto. El próximo fin de semana sólo vale vencer ante el Melilla.

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