El conjunto dirigido por Gabriel Ramón Florit volvió a cosechar su segunda derrota consecutiva, cayendo en Melilla, ante un equipo que estaba dejando muy malas sensaciones. Por su parte, los locales completaron ayer un gran partido, con aluvión de juego, ocasiones y lo que es más importante dos goles que sirven para que el equipo de Óscar Cano se congracie con su afición.

De esta manera, el Roquetas entra en puestos de descenso y lo que es más grave: sigue sin arrancar. Una victoria en siete encuentros oficiales disputados en lo que va de campaña no habla del todo bien de un equipo cuyo objetivo es la permanencia.

El equipo local fue hilvanando jugadas poco a poco y creando bastantes ocasiones. En el 63' Edgar se plantó sólo ante José Miguel, pero su disparo salió alto. Katxorro fue el siguiente protagonista, que con todo a su favor también mandó el balón fuera. El gol estaba cada vez más cercano, pero el Roquetas estaba aliado con la fortuna, ya que a los sesenta y cinco minutos un remate de Edgar salió rozando el poste.

Pero la insistencia y la ambición del Melilla tuvo su premio de la forma menos esperada, en una acción a balón parado. Fue en el 77', Katxorro botó una falta y Velasco remató de cabeza, por la misma escuadra. En el 81' llegó el delirio en las gradas, ya que el Melilla cerró el partido con un golazo de Andrés Ramos, que ayer volvió por sus fueros. La jugada nació en las botas de Velasco, que pasó para Javi Moyano y éste centró medido para el delantero marbellí, que de certero remate con la testa mandó el cuero a la red.

De esta manera, el Roquetas se mete en una situación más que preocupante y el encuentro ante el Badajoz se convierte en una auténtica final.