El Ciudad de Vícar consiguió en la mañana de ayer su primera victoria de la presente campaña 2011-2012 tras una mala racha de cinco jornadas consecutivas en la que no sumó punto alguno debido a que sufrió las mismas derrotas que duelos disputados. Llegó la primera alegría para un conjunto vicario al que parecía haber abandonado la suerte en este inicio de campaña y que se hundía peligrosamente en el puesto de colista.

Su situación clasificatoria actual no es para tirar cohetes, pero si es motivo de celebración el que los del Poniente almeriense hayan encontrado la senda de los buenos marcadores, aunque la renta en el triunfo ante el Arenas fuese por la mínima. Las luces se encendieron en el Municipal vicario para acabar de una vez por todas con una oscuridad de juego y resultados que estaba desmoronando poco a poco la moral de una plantilla que, a pesar de los numerosos problemas del año pasado, encaraba la campaña con muchas ganas.

El encargado de encender el interruptor fue José Carlos Tijeras. El joven interior, que en la mañana de ayer debutó con el equipo vicario tras llegar cedido de la UD Almería B, saltó al terreno de juego en el minuto 66, observó el panorama, supo que hacía falta un poco de magia para dejar los tres puntos en casa y la creó con una espectacular jugada personal por banda izquierda en la que se deshizo de tres jugadores del conjunto armillero. Levantó la mirada hacia el área y puso un balón casi de gol para que su compañero Ortega, con una buena definición de cabeza, hiciera el 1-0 en el minuto 71, un tanto que supondría una muy necesitada victoria para los vicarios. Con estos tres puntos, el Vícar le cede el puesto de colista al Carboneras.