José Antonio García Rabasco, 'Verza', debió ser de los pocos futbolistas rojiblancos que finalizó el choque en el Martínez Valero con un regusto amargo pese al 1-3.

El oriolano, que jugaba cerca de su tierra natal, se ganó una de las expulsiones más absurdas de lo que va de campeonato, al producirse tras dos cartulinas amarillas cuando el balón ni siquiera estaba en juego y su equipo iba ganando por 0-2.

Según reza el acta del colegiado murciano José María Sánchez Martínez, Verza vio la primera en el minuto 26 como consecuencia de "retrasar la puesta en juego del balón, con ánimo de perder tiempo". El equipo ganaba entonces por 0-1 y parecía prematuro empezar a perder tiempo tan pronto.

La más hiriente, si cabe, y por la que Lucas Alcaraz habrá realizado la correspondiente llamada a capítulo, tuvo lugar en el minuto 67 cuando, según el árbitro, hizo "observaciones a una decisión mía, voz en grito y con ambos brazos en alto de forma reiterada". La roja consiguiente por protestar dejó al equipo en inferioridad a falta de más de veinte minutos.

Los tres puntos se salvaron en Elche, pero el castigo se prolongará en Huelva, donde Verza no podrá ser de la partida una vez que el Comité de Competición haga firme la sanción. El Almería perderá así ante el Recreativo a una pieza que viene siendo clave en el esquema del técnico granadino en las últimas jornadas, coincidiendo con la buena racha de resultados.