La Unión Deportiva Almería B logró este fin de semana un importante punto en su visita al feudo de un complicado Puertollano, al que privó de dormir esta semana en los puestos de liguilla de ascenso de la tabla clasificatoria. El empate (1-1) se considera muy valioso debido a que el conjunto puertollanero es uno de los rivales directos del filial rojiblanco por entrar en las posiciones de promoción, aunque Francisco se marchó de Ciudad Real con un sabor agridulce al considerar que los suyos pudieron meterse en el bolsillo los tres puntos.

"Nos vamos satisfechos porque hemos hecho un muy buen trabajo en un campo muy complicado. había que trabajar mucho para sacar algo positivo y lo hemos hecho, pero incluso nos podemos ir un poco descontentos, porque creo que en el tramo final de la contienda hemos tenido ocasiones para ganar el partido", afirmaba el técnico del cuadro almeriense en la rueda de prensa posterior al encuentro.

Y es que la UD Almería B solamente ha logrado un triunfo en las últimas seis jornadas y, al igual que le pasa al primer equipo que dirige Lucas Alcaraz, muestra síntomas de un peligroso nerviosismo en los últimos minutos que en más de una ocasión le ha supuesto llevarse un chasco inesperado. Sin embargo, en la 13ª jornada pudo salvar los muebles ante el San Roque de Lepe (3-2) y cerrar así una mala racha de cuatro encuentros sin saber lo que es ganar.

Los rojiblancos tienen ahora una semana por delante en la que, además de el partido de ida de Copa Federación que tienen que afrontar ante la Agrupación Deportiva Ceuta mañana, deberán preparar el esperado derbi que le medirá en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo a un Polideportivo Ejido que llega a la cita como colista del Grupo IV de la Segunda División. La diferencia entre ambos en la clasificación es casi abismal, por lo que los de Francisco parten como claros favoritos, aunque en este tipo de enfrentamientos las etiquetas nunca son buenas.