Hace algo más de un mes, Rubén Rivera estaba viviendo en sus propias carnes la agonía en la que se encontraba el Poli Ejido. El extremo, al igual que sus compañeros, decidió marcharse ante la falta de soluciones del club celeste y encontró acomodo muy cerca, a unos escasos kilómetros, en Roquetas. Desde que llegó, el extremo se ha convertido en titular y en uno de los nuevos ídolos de la afición roquetera.

"A día de hoy estoy muy contento. He pasado de la noche a la mañana. Confío mucho en mis posibilidades y espero que el resultado de nuestro trabajo se note y seamos capaces de salvar al Roquetas", dice el jugador, que le resta importancia al hecho de ser uno de los jugadores más queridos: "Aquí todos somos importantes y navegamos en la misma dirección. Me agrada mucho saber que la afición está contenta, pero es algo anecdótico".

La plantilla ya se entrenó ayer a las órdenes de Pepe Callejón, que no ha variado mucho los planes de trabajo que tenía en los últimos días Esteban Navarro. "Estamos totalmente centrados en el partido de este domingo. Todos venimos a sumar y el míster quiere aportar. Viene con mucha ilusión y nos ha dicho que ha visto al equipo en los dos últimos partidos y quiere que todo siga igual", asegura el jugador que ha sido uno de los culpables de que el Roquetas haya experimentado una gran mejoría en el último mes: "Desde que entré todo parece que ha cambiado. Me alegro que el equipo esté respondiendo porque estábamos en una situación muy complicada y ahora estamos fuera del descenso. Llevamos dos semanas haciendo las cosas muy bien ante rivales de gran entidad como La Unión y Almería B".

Finalmente, el jugador se refirió a su pasado y explicó que la AFE está manos a la obra para que todo lo que se le debe a la explantilla del Poli Ejido sea cobrado: "El dinero no está perdido porque existe un reconocimiento de la deuda. Tendremos que denunciar, un trámite que hace que se alargue el plazo de pago".