Unicaja Almería puso las cosas en su sitio. Hizo lo que parecía imposible. Ganó el quinto partido en Soria. Volvió a dejar claro que su sitio está, cuanto menos, en la final. La pisó por primera vez en la temporada 1992-93. Regresó a ella para ganarla en la 1996-97 y repitió una temporada después. Volvió en la 2000-01 y empezó a cimentar su leyenda. Seis finales consecutivas con seis títulos para las vitrinas. La última, con Piero Molducci en el banquillo (2004-05). Desde entonces, ha vuelto a la final de la Superliga en otras seis veces seguidas. Las cinco anteriores las perdió, dos con Palma y las tres últimas con Teruel. El mismo rival que tendrá este año, a partir del próximo fin de semana. De nuevo está Piero al frente del equipo. ¿Tocará este año la novena?

El equipo almeriense dominó de salida ayer en Los Pajaritos. El CMA Soria Numancia y los ahorradores se jugaban a una carta su presencia en la última eliminatoria del campeonato. Teruel ya les esperaba desde hacía una semana. Ventajas mínimas en el arranque, que subieron a dos tras el primer tiempo técnico.

No era ni mucho menos un partido brillante. Bastantes errores en uno y otro equipo. El ataque tampoco era efectivo en ninguno de los dos bandos. Pero en recepción Unicaja estuvo algo por encima de su rival. En esa dinámica, el equipo de Piero se movió mejor y abrió una diferencia de cuatro puntos en el seguntdo tiempo técnico (12-16), que consolidó en la recta final para plantarse cuatro arriba con punto de set. Soria metió algo de miedo, pero el set era ahorrador.

Unicaja también empezó mandando en el segundo juego, pero Soria también tenía algo que decir. Mejoró su ataque y su recepción mientras Unicaja bajó sus prestaciones. Los locales se manejaron en diferencias favorables de tres y cuatro puntos, suficientes para igualar la contienda.

Con empate en el marcador la igualdad fue la tónica en el arranque del tercero. Pero Soria cogió una ligera renta al primer tiempo técnico que le iría acercando, por momentos, a vislumbrar más cerca la final liguera. Piero había dado entrada a Jesús Chourio por Borja Ruiz, mejorando el cambio en esta ocasión la aportación del murciano. Soria controlaba con ventajas de tres puntos que fueron de cuatro al llegar a la parte peligrosa del set. Con 22-18, el parcial estaba muy en contra de los intereses ahorradores y Los Pajaritos, lleno hasta la bandera, veía aproximarse el 2-1.

Pero entonces Unicaja empezó a hacer posible lo imposible. Recortó a tres, a dos, a uno e igualó el choque a 22. Lo volteó con el punto 23 y llegó al punto de set en el 24. El equipo almeriense le había dado la vuelta al set y no dejaría que se le escapase. 1-2 y a un set de la final.

Unicaja salió lanzado en el cuarto. Quería cerrar cuanto antes una serie que parecía interminable, con tie-break en el tercer y cuarto partidos y que podía llegar a jugarse también en el quinto. Un 0-2 de salida le dio a los verdinegros una renta mínima pero que sería constante durante toda la manga e irremontable para los sorianos. La recepción estuvo a un buen nivel, al mejor de todo el encuentro, y no se cometió ningún error en la defensa. Suficiente para ganar y meterse, una vez más, en la final.