Con emoción contenida, Miguel Ángel Florido, entrenador del Vícar Goya y alma mater del equipo, leía ayer la carta de renuncia de un club que durante 33 años ha paseado el nombre de Almería por Andalucía, España y Europa.

"Renunciamos a la división de honor plata tras 17 años de ilusiones en la élite desde la humildad y el orgullo de un club creado en un barrio de trabajadores y un colegio público. Hemos mendigado todas las puertas y se nos deja morir con 33 años de historia", lamentaba Florido.

El técnico, que pasó el trago acompañado en la sala de la Asociación de Periodistas de Almería por su presidente, José María Galera, quiso agradecer el respaldo a las empresas, socios e instituciones que han venido colaborando con el club, pero se quejó amargamente de que el deporte femenino siga sin lograr un trato igualitario: "La cacareada igualdad en el deporte está muy lejos de conseguirse. Las verdaderas protagonistas han sido las jugadoras, más de 150 han defendido la camiseta, habiendo entre ellas internacionales y olímpicas. Pido disculpas si he sido injusto con alguna de ellas".

Después de acordarse de forma especial de su padre Rafael, uno de los fundadores de la entidad, y de su hermano del mismo nombre, que ocupó el cargo de presidente tras el fallecimiento del progenitor, así como del respaldo del alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, Florido reiteraba que habían tocado a todas las puertas en vano: "Hemos agotado todas las posibilidades de financiación, estamos cansados y humillados de ir mendigando el dinero, queda abierta la opción de descender un escalón más, pero eso no es deporte de élite".

Les ha resultado imposible cubrir los 50.000 euros necesarios para competir dignamente: "Por diez o doce mil euros, solo para poder viajar en bus y no comer en tupper, renunciamos a un proyecto de 33 años. Keymare compró una plaza en Asobal a Gáldar que costó más que nuestro presupuesto en toda su historia".

Sin saber a ciencia cierta lo que ocurrirá con las categorías de base, el club tiene previsto presentar hoy martes formalmente su renuncia ante la Federación Española de Balonmano.