Tres semanas después del fatídico descenso a División de Honor B, el Keymare Almería se encuentra inmerso en la confección de la plantilla para la próxima temporada. El club almeriense, tras varias campañas en la elite del balonmano mundial, se ve abocado a pasar a un segundo plano, con una economía de guerra y con la necesidad tirar de gente de la casa para que el equipo pueda seguir adelante.

El presidente Antonio Miras y el gerente Javier Lamarca están trabajando para confeccionar una plantilla de garantías que compita con garantías en una categoría con buenos equipos y grandes plantillas que pueden hacer que la travesía sea mucho más complicada.

Por este motivo, la opción número uno para que sea el guía del barco es Guillermo Plaza. El entrenador almeriense, hombre de la casa, mantiene en vilo a los dirigentes del conjunto naranja, ya que no acaba de decidirse. El club está trabajando para formar una plantilla competitiva y el entrenador está al día de los movimientos que se están haciendo en este sentido.

El equipo almeriense confía en que el entrenador no demore mucho más su decisión porque, como en el caso de la plantilla, quieren hacer los deberes cuanto antes. El conjunto naranja tiene muy avanzadas varias conversaciones y es probable que en los próximos días, o a lo largo de la semana próxima, empiece a dar novedades.

De la plantilla actual tienen contrato en vigor Tioumentsev, Eloy González, Voja Kraljic y Sayad, aunque en el caso de los dos últimos se va a intentar negociar una salida amistosa, ya que sus contratos son inasumibles en la división de honor B.

Además, el club negocia la continuidad de un clásico, el extremo almeriense Alex Criado, así como el retorno de otro emblema del club, José Aguilera, que esta temporada decidió dejar el Keymare Almería buscando minutos en el CASI La Cañada de primera nacional.

Además, el club tiene prácticamente cerradas las llegadas de los dos porteros del año próximo. La marcha de Perisic y la retirada de Francis Miras han obligado a buscar dos nuevos guardametas. A partir de ahí, con los extremos y los porteros asegurados, lo más urgente sería cerrar la contratación de dos laterales, uno por cada lado, ya que esas posiciones han quedado huérfanas con las marchas de Petric, Pavlovic y Marc García, así como un pivote, ya que la continuidad de Miguel Angel Olea, que en principio estaba asegurada, se ha complicado debido a que el jugador malagueño está probando con un equipo que disputará competiciones europeas la próxima campaña.

De esta forma, al club aún le faltan unos retoques, que se esperan resolver de una forma inminente, para cerrar una plantilla entre 12 y 14 jugadores que tendrán la difícil misión de mantener la ilusión del balonmano tras varios años apuntándole los focos. El objetivo no será ascender, pero sí competir sin garantías, sin renunciar a nada, y poner los cimientos para regresar a ASOBAL en un futuro no muy lejano.