Teruel | roquetas · la crónica

A un paso de hacer el sueño realidad

  • Carácter El Teruel se adelantó en una jugada a balón parado, pero el Roquetas tuvo la capacidad para reaccionar y remontar antes del descanso

Hasta el rabo todo es toro. O torico como dicen por tierras turolenses. El Roquetas sacó ayer su billete para jugar la temporada que viene en Segunda B, pero tendrá que hacerlo oficial el próximo domingo en el Antonio Peroles. La victoria, justa y sufrida, por 1-2 en La Pinilla, pone las cosas muy de cara. Sin embago, el Teruel remontó la pasada eliminatoria y tratará de hacerlo nuevamente.

La intermitente lluvia caída a lo largo del día provocó que el terreno de juego estuviera muy rápido. El Teruel trató de aprovechar la situación y buscó meterle el miedo en el cuerpo a los almerienses. Pero los de Florit, bien colocados y con la defensa adelantada, supieron parar las iniciales acometidas locales.

El primero en avisar fue Monforte quien, tras recibir un despeje de la zaga roquetera, disparó con mucha intención, pero Toni Bernal demostró sus grandes reflejos y detuvo el disparo con una bella palomita.

La intensidad del centro del campo almeriense no dejaba a los locales desplegar su juego. Sin embargo, el Teruel iba a aprovechar su mejor arma para adelantarse en el marcador. Falta botada desde casi la línea central, Kiko penetra desde el segundo palo y bate con un gran cabezazo picado al meta almeriense (19'). Alegría en la parroquia aragonesa, manos a la cabeza en el banquillo del equipo que ayer vistió de blanco.

Y las cosas pudieron ponerse aún peor, si Toni Bernal no le gana la partida a Manolo, que se fue en velocidad de Abel Moreno, tras una prolongación de cabeza de Fabiani. Minutos de agobio por los que atravesaban los roqueteros, pero Jorge Pérez iba a devolver la moneda en el minuto 32.

Tras dos saques de esquina en los que los almerienses buscaron una jugada de estrategia, en el tercero el mediapunta vasco iba a inaugurar su casillero anotador en esta promoción de ascenso. Colina prolonga el lanzamiento de Javichu, para que Jorge Pérez sólo tuviera que acariciar el esférico y hacer el 1-1.

El gol fue un jarro de agua fría para los futbolistas de Emilio Larraz, que quedaron noqueados cual boxeador tras recibir un gancho de derechas. El Roquetas se hizo dueño y señor del partido, y le dio la vuelta a la tortilla antes de que se llegase al descanso.

En el minuto 43, el capitán Emilio recibió pegado a su banda y comenzó un precioso eslalon, con el que dejó sentados a Víctor López y Kiko. El almeriense amagó con el disparo, pero le puso el pase de la muerte a Jorge Pérez que, con una suave vaselina, hizo el 1-2 y levantó de sus asientos a los más de doscientos roqueteros que se hallaban desperdigados por las gradas de La Pinilla. Las palmas de los aficionados turolense se conviertieron en pitos hacia una defensa local insegura, que temblaba en cada acción de ataque de los del poniente.

El Roquetas había conseguido lo más complicado antes de que López Quintana mandase a los dos equipos al túnel de vestuarios. Pero en la última acción de la primera parte, de nuevo Toni Bernal atajó una intentona de Royo.

Sin cambios en la reanudación, Abel Moreno probó fortuna con una falta lejana, pero su potente lanzamiento se perdió a la derecha de la meta de Rivas. Fue el Teruel el que, acusado por la necesidad, se iba a hacer con las riendas del juego tras unos minutos de tira y afloja.

A base de ramalazos, los turolenses metieron al Roquetas en su parcela. Con más corazón que cabeza, el Teruel se fue arriba. Varios disparos lejanos, y un despeje de Esteban que se estrelló en la espalda de Fabiani y salió rozando el palo (66'), fueron las acciones más peligrosas de los locales.

Emilio Larraz buscó dar algo de aire fresco a su equipo e introdujo tres cambios de manera consecutiva. Pero los pupilos de Florit se encontraban cómodos agazapados en su campo, y saliendo a la contra con la velocidad de Javichu, Emilio y Xavi Molas, que había sustituído a Jorge Pérez.

El partido estaba para ponerle un poco de formol y jugar con la ansiedad de los aragoneses. El Roquetas lo hizo con una tranquilidad propia de un equipo veterano, apoyado en una segura defensa, que ahora sí que se imponía en las jugadas ensayadas de los turolenses.

A los 79 minutos se iba a producir una jugada tan injusta como importante para el desarrollo de lo que faltaba por jugarse. Balón que recupera limpiamente Javichu, pero López Quintana entiende que hubo falta y le muestra la segunda amarilla al extremo almeriense. El Teruel se animó y acosó a los almerienses. Ramón Florit reaccionó con rapidez y dio entrada a Ortega para apuntalar la línea defensiva, por un batallador Megías.

En esos lógicos momentos de desconcierto tras la expulsión, buscó pescar el Teruel. Fabiani tuvo la ocasión más clara, sin embargo la zaga roquetera sacó el remate bajo palos con Toni Bernal ya batido. Yuste no llegó por los pelos a un desesperado centro de la banda de Adrián, porque estaba escrito que el Roquetas tenía que vencer en La Pinilla para poner pie y medio en Segunda B.

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