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Todavía falta tiempo de cocción

  • El Almería comenzó bien, pero se vio superado por un superlativo Manucho El Valladolid aprovechó su efectividad en la primera mitad Pocas oportunidades de los rojiblancos

Peleó el Almería, que tuvo un buen comienzo del partido. Sin embargo, su rival fue más efectivo y dejó sentenciado el encuentro en la primera parte. Los rojiblancos aún tienen que mejorar, algo normal a estas alturas de curso.

Era el primer amistoso ante un rival con el que la UDA se verá las caras esta temporada. Sin embargo, Francisco optó por seguir probando. Sergio Iglesias, del filial, actuó en el lateral diestro y Raúl García hacía de central. Dubarbier y Trujillo completaban la zaga, escudada por Esteban. En el medio campo, Marcos Tébar y Corona formaron un doble pivote que bien puede ser el que comience la Liga. Kiu, Suso y Jonathan, en la línea de tres, y Rodri como referencia.

Con las equipaciones del pasado curso y con Abel Molinero viendo el partido desde la grada, el gaditano se enfundó la rojiblanca por primera vez. En la mediapunta, bajaba a recibirla, cayendo a banda izquierda para despegarse de su marca. Desde dicho costado partía Kiu, que volvió a mostrar sus grandes cualidades (movilidad, velocidad, desparpajo...). Todo ello decorado con un viento que dificultó el juego de ambos equipos.

Fue de las botas del internacional sub-20 de donde salió la primera ocasión clara del partido. Suso colgó una falta lateral y Dubarbier -se incorporó al ataque siempre que pudo- remató de cabeza, ganando la espalda a la zaga pucelana. El remate salió desviado. Las consignas de Francisco eran claras: en defensa, cero complicaciones; en el centro del campo, buen trato del balón, pero sin mimarlo en exceso; y arriba, movilidad, mucha movilidad, y búsqueda de espacios. En este juego, los laterales cobran un papel fundamental, jugando de interiores en ataque.

No estaba jugando mal el Almería. Sin embargo, poco a poco, el Valladolid fue ganándole terreno hasta adelantarse en el marcador. En el 28', Manucho remachó un centro desde la izquierda del veterano Peña. Siete minutos más tarde, Rukavina, sin marca, amplió distancias, cruzando el balón al palo izquierdo de Esteban. En la segunda mitad, Francisco sacó un once totalmente diferente, que buscó maquillar el resultado.

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