A las diez y media en punto de la mañana el avión que transporta al Almería rumbo a Vigo saldrá con menos peso de lo habitual. No porque viajen menos futbolistas de lo habitual, puesto que la convocatoria es de dieciocho como siempre, sino porque algunos de peso específico no estarán en el aeropuerto esta mañana. Corona, Pelle y Rodri, lesionados, al igual que Christian por decisión técnica, se han quedado fuera de la lista y hoy no podrán ayudar al resto de sus compañeros en un partido fundamental.

Sin duda, es una buena oportunidad para futbolistas como Marcelo Silva u Óscar Díaz, que están esperando con muchas ganas su oportunidad. Si Francisco no sufre un ataque de entrenador y cambia repentinamente el esquema, lo normal es que el uruguayo y el madrileño sean los recambios naturales de Pellerano y Rodri. Silva formaría parte de la defensa de cinco que ha utilizado el míster almeriense en los últimos partidos, mientras que Óscar tiene la difícil misión de sustituir al delantero goleador del equipo.

La papeleta, sobre todo para el ariete, es más complicada, aunque puede convertirse en el gran triunfador de la jornada si sus goles sirven para lograr una victoria que sería agua de mayo para los de Francisco. Óscar aún no se ha estrenado, pero tampoco ha dispuesto de muchos minutos para lograrlo. Hoy le ofrecerá al equipo mucho trabajo de espaldas, centímetros en los remates laterales y, sobre todo, ganas de demostrar.

Lo normal es que el resto del equipo sea el habitual cuando juega con defensa de cinco. Si la concentración no le falla, el esquema le puede venir muy bien al Almería ante un rival cargado de dudas y que trata de jugar demasiado alegre para los problemas en los que está metido. Como los rojiblancos al principio de temporada, en los celtiñas prima más la búsqueda de la portería rival que la defensa de la propia. Francisco ha tratado de ponerle freno a sus problemas, mientras que Luis Enrique tiene confianza ciega en su estilo y va a muerte con él. Quizás por eso, los rojiblancos se han estrenado en casa mientras que el Celta todavía no ha ganado ni un solo partido en Balaídos, donde sólo ha conseguido tres tantos.

Para evitar ser los primeros en morder el polvo en un estadio en donde salió con el rabo entre las piernas en las dos últimas visitas, en Copa y en Liga, es fundamental tener bien controlado al que fuera su goleador. Francisco y sus excompañeros conocen muy bien a Charles y saben que saca petróleo de cualquier jugada. Eso sí, de momento el brasileño no está encontrándose tan cómodo como la temporada pasada y sólo lleva cuatro goles en su haber.

El choque es una reválida para los locales, aunque Luis Enrique se empeñe en negar problemas en Balaídos, donde en el presente curso varios equipos de la zona baja ya han puntuado en Vigo, caso del Granada, Elche, Levante o Rayo Vallecano. Para este importante choque, el míster recupera al capitán Borja Oubiña, quien será titular a pesar de que todavía arrastra algunas molestias en su pie derecho, pero pierde por sanción a Andreu Fontás, expulsado el pasado fin de semana en Anoeta.

Al igual que la pasada semana, el entrenador realizó las últimas cuatro sesiones de trabajo a puerta cerrada para esconder sus cartas, aunque la única duda está en saber si vuelve a apostar por Jonny como lateral izquierdo o devuelve la titularidad a Toni.

Hugo Mallo en el lateral derecho es indiscutible, mientras que lo normal es que la dupla Cabral-Aurtenetxe actúen en el centro de la zaga, pues parece poco probable que Luis Enrique sitúe al joven David Costas como titular. En el centro del campo, Borja Oubiña volverá a llevar el timón de un equipo que completarán Augusto Fernández y Alex López en el centro del campo, con Rafinha, Nolito y Charles en la línea atacante.