En el devenir del encuentro su entrada resultó testimonial, pero Dani Romera jamás olvidará el 30 de noviembre de 2013. Cuando pasen los años y su mente vuelva sobre esa fecha a buen seguro que recordará su debut en Primera por encima de la cruenta crisis económica que asolaba al país.

El estreno en la máxima categoría de un canterano siempre es motivo de celebración, sea cual sea el resultado final, y más aún si el meritorio es de la tierra, como es el caso del juvenil Romera, natural del barrio de La Cañada y de insultante juventud. Con 18 años es un fijo para Juan Carlos Cintas en las alineaciones del filial y lo era el curso pasado también para Francisco, que ayer decidía darle la oportunidad ante la inactividad de Óscar Díaz.

Apenas entró en contacto con el balón los 20 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, pero ya puede presumir de haber inscrito su nombre en la máxima categoría. El estreno de Romera se fraguaba durante la semana a raíz de la inesperada lesión de Rodri. El pichichi del equipo terminaba el duelo frente al Real Madrid con el tobillo tocado y no pudo recuperarse a tiempo.

Con un plantel tan corto de efectivos como el rojiblanco, el técnico se vio abocado a mirar hacia los escalafones inferiores para completar la convocatoria y Dani Romera tuvo la necesaria dosis de fortuna porque el marroquí Hicham, el delantero centro este curso del equipo filial, lleva varias jornadas de baja igualmente por lesión.

El miércoles ya advertía de la ilusión que le provocaba la posibilidad de entrar en la lista y ayer al saltar al campo en Vigo un escalofrío debió recorrer todo su cuerpo.

No es el primer efectivo del filial que Francisco hace debutar esta temporada. El surcoreano Kiu ya ha tenido la oportunidad de forma casi testimonial con dos apariciones saliendo desde el banquillo pero sumando apenas 7 minutos. Es la labor que le encomendó Alfonso García al tomar las riendas del equipo y sigue manos a la obra, pues ha convertido en un fijo en la medular al nigeriano Ramón Azeez, que debutó bajo la batuta de Gracia sin continuidad.

Romera, Kiu o Azeez son los últimos ejemplos de una estrategia formativa que ya ha consolidado a otros dos compañeros como Ángel Trujillo o Aleix Vidal. El central madrileño asumió galones en la etapa de Javi Gracia, mientras que el extremo tarraconense fue el primero en derribar las puertas del primer equipo (así lo definió un día Camacho) debutando en Segunda a las órdenes de Lucas Alcaraz cuando había sido firmado para el filial.

Con todo, lo mejor es que aún hay jugadores a la espera de dar el salto, casos de Joaquín Fernández o Cristóbal, debutante en Copa con Oltra y que aún espera hacerlo en Liga.