Ahora más que nunca, tanto por lo que se juega el Almería como por la época del año en la que nos encontramos, los jugadores rojiblancos saben que no pueden perder  la fe. Es el momento de creer, de mantener la tranquilidad y de tener esperanza de que la situación se puede revertir, pese a que los números indican lo contrario. Para que las velas que los aficionados les han puesto a los diferentes santos en esta semana no se apaguen, los rojiblancos tienen la obligación de ganarle al Celta. Ya no hay más opciones, no valen excusas. Trujillo asegura que toda la plantilla tiene en la cabeza la importancia de los puntos en juego y confía en que se pueda sacar adelante tan importante encuentro. "Nos jugamos muchas de las opciones que tenemos de quedarnos en Primera. Este partido decantará un poco si el año que viene vamos a seguir o no. Si ganamos incluso podemos salir del descenso. Si perdemos , depende de los resultados que se den, será mucho más complicado", aunque el central es testarudo y no bajaría los brazos ni aunque los puntos volvieran a escaparse ante los gallegos: "Un no a la salvación hasta que no nos quedemos sin opciones, no se puede decir, pero sí que se complicarán mucho las cosas. Si ganamos no te asegura nada. Tendremos que seguir sufriendo hasta el final. Son cinco partidos en los que estamos involucrados varios equipos. Al Celta, en caso de ganarles, te pones a cuatro puntos y los metes ahí en Ángel Trujillo Central Después de jugar tanto se me hizo raro ver el partido del Bernabéu por la televisión" la pelea. Tenemos que ir a muerte en lo que queda". La afición ha demostrado que quiere que el equipo siga en Primera y no sólo ha acompañado a los jugadores en todos los desplazamientos, sino que este domingo va a llenar el Mediterráneo. "Vamos a necesitar el apoyo de todo el mundo. Que la afición esté con nosotros a muerte  tanto en los momentos buenos como en los malos que podamos tener durante el partido. Nosotros les agradecemos el apoyo. Ojalá  esté el campo lleno y nosotros les podamos responder con una victoria", frente a un equipo que viene con un viejo conocido por todos: "El duelo es Almería-Celta. Es bonito reencontrarse con compañeros que estuvieron el año pasado aquí. En mi caso era muy amigo de él, pero espero que tenga un mal día. Igual ni le saludamos para que se coma la cabeza un poco. Al final cada uno nos estamos jugando lo nuestro, aquí no hay ni amigos ni amistades", aunque está claro que cuando el árbitro pite el final, todos se fundirán en un abrazo. Tras no poder jugar el partido que más esperaba ante el Real Madrid por estar a una tarjeta de la suspensión, el central prefiere pasar página y centrarse en el duelo ante el cuadro celeste. "Después de jugar tanto se te hace raro ver un partido por la tele. Se pasa mal porque no puedes ayudar a los compañeros. Fue una decisión del entrenador y se dio así. Tuve que descansar y nada más", por lo que llegará a tope al partido más importante ante el momento. El madrileño sabe que una de las claves es evitar que el rival se aproveche de la debilidad defensiva que están mostrando los rojiblancos y la poca concentración con la que comienzan los choques: "la intención es la de salir a tope desde el primer segundo. Es verdad que hemos tenido partidos en los que no hemos salido bien desde el inicio. Remontar un partido en Primera es muy difícil. Lo hemos conseguido una vez o dos, pero ya tres es muy complicado. Intentamos corregir nuestros errores y, a partir de ahí, que no se vuelvan a dar. Tenemos que empezar lo mejor posible", finalizó