La rescisión contractual de Marcos Tébar puede no ser la única en el verano rojiblanco. A nadie se le escapa que Marcelo Silva también está en el disparadero y en caso de que la secretaría técnica encuentre dos buenas alternativas en el mercado para el eje de la zaga (gusta el culé Sergi Gómez) se pactaría una rescisión o traspaso para el uruguayo.

Silva aterrizó en la UD Almería en julio de 2010, comprometiéndose por seis temporadas, con lo que aún le restan dos años más de contrato. Internacional sub-20, Alfonso García lo firmó procedente del Danubio a cambio de 1,3 millones de euros para cubrir el hueco de Chico, que fue traspasado al Genoa italiano en cinco millones.

Cuatro años después, la operación que entonces se vislumbraba como una buena apuesta de futuro, dado el potencial de Silva para alcanzar la absoluta charrúa (los entendidos decían que disputaría el mundial de Brasil), se ha quedado en agua de borrajas debido a su mala adaptación a la Liga.

En la 2010-11 (descenso a Segunda) Lillo lo empleó en 21 partidos, logrando un gol. En la campaña siguiente disputó dos partidos en la categoría de plata antes de ser cedido al Peñarol, para volver en la 2012-2013 y jugar 20 partidos (1 gol) a las órdenes de Gracia. Su controvertida decisión de operarse de muñeca cuando el equipo iba a disputar el play off de ascenso nunca fue bien entendida. Este curso Francisco lo alineó 110 minutos, menos que Raúl García o Fran Vélez.