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Un campeón forjado en el desierto

  • Largas jornadas de entrenamiento en el circuito de Tabernas, bajo la supervisión de David García, han hecho de Tito Rabat campeón del mundo de Moto2 Vive en una autocaravana allí desde 2011

Esteve Rabat Bergada (Barcelona, 25-5-1989), a partir de ahora 'Tito Rabat' a secas, fue consciente hace casi cuatro años que para prosperar en el competitivo mundo del motociclismo no le quedaba otra que trabajar más que el resto. Entrenar más horas que nadie era la única vía para salir del grupo de pilotos del montón y posicionarse entre los mejores porque talentos innatos como su amigo Marc Márquez salen muy pocos.

En esa época estaba en el tránsito de la categoría de 125 cc a la de Moto2 y gracias a la amistad que había trabado con el almeriense David García optó por instalarse en el circuito de Almería, construido hace unos años por la familia García, para pulir su pilotaje y convertirse en ganador. No dudó en recorrer los 800 kilómetros que separan su Barcelona natal de Almería para instalarse en el trazado de Tabernas con una autocaravana e imponerse un método de trabajo espartano.

Según cuenta David García, su gran amigo y principal valedor, el equivalente de Alberto Puig para Dani Pedrosa o Emilio Alzamora para Marc Márquez, Rabat empezó en su primer año dándole el máximo número de vueltas posible al circuito en cada jornada, pero en este último hacía diariamente un simulacro de carrera para perfeccionar defectos.

De la mano de David ha podido entrenar sin preocuparse por nada más y entre cada sesión tuvo la oportunidad de ir conociendo la provincia que lo acogió con los brazos abiertos y de la que ha visitado numerosos pueblos, ya que siempre que puede acude a alguno de los numerosos rallys que tienen lugar a lo largo del año. No es de extrañar por tanto que uno de sus primeros mensajes de agradecimiento tras proclamarse el pasado fin de semana campeón del mundo de Moto2 en el Gran Premio de Malasia, disputado en el circuito de Sepang, fuera dirigido a Almería y los almerienses.

Con 25 años materializaba un sueño perseguido desde que con 12 se escapara de casa con los amigos con la excusa de que iba a ver algún rally como cunetero cuando en verdad se marchaba a dar sus primeras vueltas encima de una moto.

Hijo de una familia acomodada por el negocio de joyería de sus padres, Tito tuvo que superar el trago de la muerte de su madre Cuca hace dos años a causa de un cáncer, situación que lejos de hundirlo le sirvió como acicate para brindarle el título a su progenitora.

Tras terminar contrato con Pons Racing, firma con Marc VDS Racing Team y desde el principio de temporada fue el máximo candidato a alzarse con el título. Se impuso en el Gran Premio de Qatar, que inauguraba la temporada, y luego repetiría en el primer cajón del podio en Argentina, Italia, Cataluña, República Checa, Gran Bretaña y San Marino.

Con siete victorias, una decena de 'poles' y 326 puntos en su casillero, se proclamba campeón del mundo de la categoría intermedia en el GP de Malasia, donde le bastó con un tercer puesto, logrando de paso la mayor cantidad histórica a falta aún de la disputa del GP de Valencia.

Sus perspectivas de futuro siguen pasando por Almería, ya que aunque como campeón de Moto2 ha recibido algunas ofertas para dar el salto a MotoGP, lo cierto es que prefiere posponer el salto a la categoría reina para no precipitarse y para intentar revalidar el título y que le ofrezcan una mejor montura.

Es la apuesta del binomio Rabat-García, que amenaza con seguir dándole alegrías al motociclismo español, que en los últimos años copa las primeras posiciones de la parrilla en todas las categorías y es objeto de estudio.

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