Levante - Almería · la crónica

Vuelva usted mañana (2-1)

  • Como cualquier equipo en apuros, el Levante se frotaba las manos no sin razón. Buen planteamiento, si no fuera por el inmovilismo en la zaga.

Si en los últimos partidos al Almería le había faltado ingenio y creatividad en su juego, Francisco quiso cambiar la dinámica ante un rival directo y modificó el músculo por el ingenio. Aunque este equipo es blando en su sistema defensivo, hay partidos en los que es conveniente arriesgar para dar la sorpresa y desbaratar el plan que había ensayado a lo largo de la semana el rival. 

Eso trató de hacer ayer el míster almeriense, ante un equipo que tiene un nuevo entrenador que le viene como anillo al dedo. Son ya muchos años los que el Levante basa su juego en la experiencia defensiva de sus jugadores y trata de llegar mediante contras o recuperaciones. Era peligrosa la intención de Francisco de querer el balón y ser el que llevara el peso del encuentro, aunque ante el Athletic de poco le sirvió al equipo ser fichas de ajedrez, con los mismos movimientos una y otra vez. Para que el encefalograma no mostrara una línea plana, Corona volvió al once titular y el Almería ganó en posesión. El trivote no llegó a romperse, puesto que el talaverano estaba incrustado en él, con Thomas y Verza ejerciendo funciones más de contención. 

Aunque desde los primeros minutos el equipo de Alcaraz vivió metido en su campo y era el Almería el que exponía y exponía, los rojiblancos también querían tener otra arma dispuesta para que las recuperaciones no acabaran siempre en los pies de Rubén, como frente al Athletic. Ahí debían jugar un papel importante Jonathan y Thievy. Sí es cierto que el burkinés corrió como un galgo por la derecha, pero al congoleño se le vio más metido entre líneas, fruto de lo cual Thomas chutó con mucho peligro desde la frontal del área. 

Hasta ese momento, el Levante estaba agazapado. Pero llegó el falló de siempre para que, quién si no, fuera el Almería el que rompiera la mala racha granota. Dos Santos, que saca horrorosamente mal el balón desde atrás, comprometió severamente a Verza, que perdió el balón y éste acabó en los pies de Barral. El que siempre le marca a los rojiblancos, se fue con facilidad del ex del Murcia con una bicicleta y fusiló a Rubén al primer palo. Nadie lo dudaba, la afición almeriense tiene ya asimilado que su equipo tiene el cartel de resucitamuertos pegado en la frente y ayer volvió a ser el buen samaritano. O el tonto de capirote. 

A partir de ahí, ya daban lo mismo las estadísticas, las posesiones, las injusticias o los merecimientos. Como perro viejo, Barral sabía cómo y ante quién sacar petróleo y ya el Levante no iba a dejar que nadie hiciera introspecciones en su área. Los granotas son resultadistas y eficaces porque tienen jugadores de Primera que saben hacerlo. Faltaban casi setenta minutos, pero más de uno apagó el televisor. No le faltaba razón, el cuento se lo han leído durante años y se sabían el final mejor que cualquier examen de selectividad. 

Ni mucho menos se sonrojaron los locales por encerrarse en un su campo en todo lo que restaba de partido. De hecho, fue lo que hicieron a lo largo de los 90 minutos, saliendo solo cuando el Almería se hacía sus habituales líos. La lentitud de la primera parte ya no servía para nada. Francisco trató de apostar por el fútbol directo, que el balón estuviera donde únicamente puede hacer daño: en el área. Ésa era la intención y así Silva tuvo la oportunidad de empatar, después de un rechace de Mariño. Pero el extremo, en vez colocar, reventó el balón y Navarro sólo tuvo que estarse quieto para evitar el empate. 

Éste iba a llegar tan sólo unos segundos después, con un cabezazo a la antigua usanza de Jonathan. Pero para nada servía, puesto que después de una falta absurda de Dubarbier, de ésas que el Almería nunca aprovecha, acabó con el balón en la cruceta y con el posterior rechace en los pies de Casadesús que empujó a gol. A los rojiblancos ya le sacan la alfombra roja en todos los campos. "Vuelva usted mañana", le dicen. Luis Enrique, otro necesitado de jugar en el Mediterráneo con prontitud.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios