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Y a todo esto, hoy tenemos partido

  • En medio del lío de ayer, los de JIM no pueden fallar ante otro rival directo en casa como suele por rutina

El hombre es un animal de costumbres, el Almería un equipo de rutinas. De malas rutinas en casa, para ser más exactos. Desde la primera jornada de la Liga, los rojiblancos han sido más eficaces justificando los malos resultados en el Mediterráneo que tratando de evitarlos. Excepto el Getafe hace cuatro jornadas, el resto de rivales han puntuado en tierras almerienses y han evitado un despegue del conjunto rojiblanco que, de no fallar esta tarde, podría producirse en un momento tan importante de la temporada como éste.

Uno echa mano a la clasificación y no puede comprender cómo un equipo tan sumamente flojo en casa, puede estar un punto por encima de la zona de descenso. La respuesta está en los buenos resultados cosechados lejos de Almería. Sin embargo, esta tendencia tiene que cambiarse ya puesto que la mayoría de rivales directos visitan el Mediterráneo en esta segunda vuelta y, por contra, toca visitar feudos donde los rojiblancos acudirán como corderos degollados: Bernabéu, Camp Nou o, sin ir más lejos, el Calderón el pasado sábado. Precisamente la pobre imagen dada en el estadio del reciente campeón de Liga ha provocado una concienciación máxima en la plantilla rojiblanca para tratar de que la rutina cambie esta tarde frente al Deportivo de La Coruña.

Desde que JIM le cogió el aire al vestuario, se ha esforzado en dejar claro en las ruedas de prensa que está viendo entrenar al equipo como nunca, que el espíritu de los jugadores le contagia de optimismo. Ciertamente, el valenciano es un técnico pletórico de fe en su plantilla y quiere transmitirle esas sensaciones a sus jugadores para ver si son capaces de seguir sacando la cabeza de abajo pese a las enormes dificultades de efectivos que tiene el plantel y que nadie ha sabido o querido solucionar.

Le quiten o no le quiten los tres puntos por la supuesta sanción de la FIFA que ayer se difundió a través de los mentideros de la red, esta tarde hay necesidad de victoria. Primero porque la victoria del Levante el pasado lunes volvió a acercar la zona de descenso. Segundo porque el Deportivo es un rival directo, al que superar y al que ganar el golaverage. Tercero porque es el momento de hacer una buena remesa de puntos antes de visitar al Elche, otro partido de emociones fuertes y en el que el triunfo valdrá más que el oro.

Pero antes de frotarse las manos, lo primero es no fallar esta tarde. Para ello, Juan Ignacio Martínez tiene a todos sus hombres disponibles, excepto el lesionado de larga duración Rubén. El técnico sabe que el partido no sólo se va a jugar con los pies, sino que la mente es fundamental, mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por los nervios o la ansiedad es casi tan importante como conseguir el primer gol. Es cierto que es necesario conseguir la victoria por lo civil o lo criminal, pero lo primero es mantener la portería a cero y desde ahí ir fraguando el triunfo.

Los precedentes entre ambos en liga benefician al Almería, que ganó dos de sus cinco partidos en casa con el Deportivo (1-0 en la 2007-08 y 2-0 en la 2011-12), frente a dos empates a uno en la 2009-10 y la 2010-11, y al único triunfo deportivista en la 2008-09 (0-1). Por desgracia, el choque que más se recuerda es aquel 1-1 del año del descenso con el primer gol de un portero en jugada. Dani Aranzubia y toda Almería no se olvidan de aquel cabezazo en el minuto 95 que prácticamente finiquitó al equipo de José Luis Oltra.

JIM y sus muchachos confían en que esta tarde el resultado sea bien diferente a entonces. El técnico desconfía de un Deportivo que llega con numerosas bajas y con dos partidos seguidos después de haber remontado el vuelo tras el mercado invernal. Los coruñeses han fichado varios hombres importantes y llegan a Almería dispuestos a pescar en río revuelto tras la suspuesta sanción de la FIFA.

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