Sergi Barjuán compareció ayer ante los medios, pero quiso hacerlo de un modo diferente al habitual. Sin distancia entre entrenador y periodistas. Sin los micros oficiales (sí estuvieron, al principio de la intervención, los de cada uno de los medios presentes). Sonriente, con un trato cercano, y en compañía de su segundo, Ramón de Quintana. Y lo hizo en el vestuario del equipo visitante, donde cada mañana, a las 8:30 en punto, desayuna en grupo la totalidad de la primera plantilla de la UD Almería desde que dieron comienzo los entrenamientos. En lugar del desayuno, unos aperitivos para departir tranquilamente con los periodistas al término de la rueda de prensa.

"El aperitivo lo tienen que pagar, que soy catalán", comenzaba diciendo el técnico, a modo de broma. Sergi explicó en qué consiste este cambio de hábitos que ha implantado en el vestuario rojiblanco, "la primera terapia de grupo que hemos hecho, que ellos se relacionen desde primera hora de la mañana y el hecho de tener ya controlado al jugador, que cada uno desayuna en casa mejor o peor dependiendo de si se ha levantado más tarde o más temprano, de si ha dormido bien, de si tiene o no niños...". Sirve, también, "para hacer más migas con ellos y tener un trato algo más informal, aparte del trato profesional".

Se trata de una "terapia que es buena para la comunicación del grupo" que Sergi ya puso en práctica en su etapa en el Recreativo de Huelva. Los jugadores han de estar a la hora marcada en las instalaciones del club y están obligados a desayunar. "Es bueno para que el jugador vea que todo el cuerpo técnico y los servicios médicos están encima para tratar de conseguir un mayor rendimiento. Eso no quiere decir que sirva para ganar o perder", decía el técnico.

"Los jugadores deben entender que si se cuidan de más jóvenes, su carrera puede durar más, a excepción de casos individuales por lesiones", explicaba Sergi, "pero si desde joven coges unos hábitos no solo va a venir bien no ya en la parcela profesional sino también en el día a día".

Para Sergi, "en España tenemos la suerte de comer muy bien, en Almería se come muy bien, pero también es importante saber en cada momento qué comer y cuándo".