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La que se avecina

  • En caso de un hipotético descenso, el club tendría que desembarazarse de la cantera y desmontar algunos departamentos La ciudad perdería su mejor escaparate publicitario.

Después de veinte jornadas inmersos en el descenso es hora de ir poniéndose en lo peor y asumir la cruda realidad que se atisba en el horizonte, aunque siempre albergando la esperanza de la salvación. En el hipotético caso de que la permanencia no fuera posible, se avecinan  una serie de cambios traumáticos. La estructura de catorce años de profesionalismo es insostenible en Segunda B tal y como ya avanzara Alfonso García hace unas semanas, con lo que se producirían sustanciosos cambios que van a afectar a sectores endógenos y exógenos al club. Esta crónica no es más que periodismo ficción, pero de poco sirve mirar a otro lado o negar la mayor cuando el debate entre aficionados y simpatizantes acerca del futuro de la entidad está en la calle. Desmontar la cantera No es cuestión de pintar un escenario postapocalíptico, pero una de las primeras consecuencias de caer al pozo sería la desaparición de la cantera rojiblanca tal y como hoy se conoce. El club invirtió mucho dinero en tener unas bases que son la envidia a nivel nacional, pero a un alto coste que sin el pastel televisivo las harían inviables presupuestariamente hablando. El presidente recordó lo que tuvo que hacer el Albacete cuando perdió la categoría de plata: vender gran parte de su cantera al mejor postor. ¿Aviso a navegantes? Parece una declaración de intenciones en toda regla, más aún viniendo de un empresario de éxito. grupo IV de Segunda B no ha habido más de 4.000 abonados, en el mejor de los casos, lo que supondría una drástica pérdida de masa social teniendo en cuenta que este curso casi 11.000 fieles sacaron el carné. `adelgazamiento' tendría lugar asimismo a nivel administrativo y comunicacional. Pese a que ya de por sí hay pocas personas al frente de dichas áreas, parece difícil que el club pudiera mantener un gabinete de prensa modélico con una radio en funcionamiento debido a la pérdida comercial que se vaticina. REPERCUSIONES NEGATIVAS 5 1 Descenso drástico de la masa social Caer a Segunda B sinificaría automáticamente pasar de 11.000 a 4.000 abonados en el mejor de los casos 2 Desmontar una cantera envidiada El presidente ya insinuó que tendría que venderla al mejor postor como hizo en su día el Albacete Eliminación de empleos Disminuir el presupuesto de trece millones de euros a solo uno implica el drama de reajustar la nómina de empleados del club. Deportivamente la `tijera' entraría por restar ayudantes al cuerpo técnico y pasaría también por el cuadro médico, utillaje, fisioterapeutas y recuperadores. El Pérdida de abonados A quienes vivieron los años de Guillermo Blanes y etapas anteriores les gusta de cuando en cuando recordar que cuando el equipo ha estado militando en el 3 Pérdida de empleos en el organigrama del club En el plano deportivo, administrativo y comunicativo ya no tendrían sentido muchos puestos La ciudad perdería repercusión mediática No solo pierde el club, sino la ciudad y la provincia, ya que el impacto mediático y turístico descendería 4 Menor impacto mediático La ciudad y, por ende, la provincia entera, no pueden ni siquiera calibrar la repercusión que tendría dejar de contar con un representante en la LFP. El impacto mediático es casi indescifrable,  pero cuando el equipo militó en Primera División algunos estudios apuntaban a varios millones de euros anuales. A nivel turístico los comercios de hostelería dejarían de recibir cada quince días las 50 personas que arrastra un plantel profesional más los cientos de aficionados que se desplazan dependiendo del partido. Por no hablar de cosas tan intangibles como que Almería se conozca en Tailandia. Cuéllar, Duba, José Ángel, Ramírez y Uche, en el once Gorosito los incluye en el equipo titular del partidillo por Fran Vélez, Goñi, Lolo, Pozo y el lesionado Chuli P. Gregorio Varapalo  para la prensa Los medios de comunicación tampoco serían ajenos a la debacle. Muchas tertulias radiofónicas se quedarían sin patrocinador, la prensa escrita sin la publicidad vinculada a la actual repercusión del club y en televisión ya no tendría el mismo interés, lo que incidiría a la postre en pérdida de puestos de trabajo. Repercusión en los jugadores Analizándolo sin emociones, serían los menos afectados. En el peor de los casos tendrían que rescindir sus respectivos contratos, previo abono de la indemnización correspondiente y raro es el caso de que alguno (tal vez quienes se hayan en el ocaso de su carrera) no encuentre acomodo en otro equipo de la LFP. ¿Desaparición del club? Parece harto improbable que Alfonso García se desembarace de la entidad malvendiéndola en su momento de menor valor de mercado. Lo lógica empresarial dicta que se pelee por el regreso a la LFP y entonces, con un envoltorio más atractivo, se escuchen ofertas. 

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