El gesto facial con el que entró Alberto González a la rueda de prensa posterior al partido del pasado domingo frente al Cartagena lo decía todo. En nada tenía que ver a la cara de preocupación que mostraba dos semanas antes tras caer su equipo derrotado por 0-3 ante un Granada B que con muy poco que hizo se llevó un gran botín de Santo Domingo. Por suerte, el feudo celeste pudo celebrar ante los murcianos su primer triunfo del año, segundo consecutivo de la temporada para el equipo de un preparador malagueño que lucía una sonrisa más que destacable tras derrotar los suyos al gallito albinegro por 1-0 en un partido en el que los de casa rozaron, dentro de sus posibilidades, la perfección en la mayor parte de las parcelas.

No era para menos la expresión de González, que delataba el subidón de moral que otorgaba esa segunda semana consecutiva sumando tres puntos, algo que puede ser clave de cara a afrontar la visita al líder el próximo domingo, cita a la que los ejidenses llegan en un momento dulce, amparados por los buenos resultados y demostrando sobre el terreno de juego que el equipo ha ido a más con el paso de las jornadas y que no debe tener complejos ante el Marbella.

"Ni antes éramos tan malos, ni ahora somos tan buenos", decía González a la prensa el domingo. Y bien cierto que es. El equipo siempre ha tenido las cualidades que mostró ante el Cartagena, pero ha necesitado varias semanas, como es lógico, para asentarse en esta nueva categoría, en la que no hay que olvidar que es un recién ascendido, y que se caracteriza por su dificultad ala hora de enmendar los errores durante un partido. Eso lo saben muy bien los celestes, que lo sufrieron ante el filial granadino en la segunda jornada. Pero ante los murcianos, los del Poniente almeriense no concedieron nada en defensa, presionaron en el centro del campo para no dejar maniobrar a un rival que llegaba cansado por la Copa y basaron su ataque en el juego por las bandas, sobre todo por la izquierda, creando más peligro que en su primer duelo como local, el del Granada B. Este CD El Ejido se está destapando, enseña los dientes en la Segunda B, pero no debe tomarse excesivas confianzas. La moral, muy alta, sí, pero debe seguir con los pies en la tierra.