CD Ejido

Héroe del ascenso... sin ascenso

  • Rubén Guti, autor del histórico gol al Lorca, está sin equipo al no llegar una oferta convicente No cuelga las botas, pero es realista y sabe que no puede abandonar su trabajo tal y como está el fútbol semiprofesional

Un cabezazo sensacional al más puro estilo Puyol en el Mundial de Sudáfrica ante Alemania. Una celebración made in Cristiano Ronaldo, mostrando una cantidad tal de músculos en el torso que el común de los mortales no sabe ni que existen. Ésas son dos imágenes que poco a poco van conformando la historia de un bisoño Club Deportivo Ejido, necesitado de momentos de gloria.

El autor de ambas es Rubén Guti, un vicario que ha jugado al fútbol desde que sus piernas comenzaron a tener fuerza para darle una patada a un balón y que vivió en la antesala del pasado verano su mejor momento como deportista en el Artés Carrasco de Lorca. Suyo fue el testarazo, fuera de tiempo, que clasificaba a los celestes para la final de la liga de ascenso y que terminó con eso mismo, con el ascenso a Segunda B. Ese tanto está guardado a buen resguardo en el teléfono móvil del exlateral diestro celeste.

"Fue muy emotivo. Los compañeros se reían de mí porque se me saltaron las lágrimas de la tensión, por eso mismo me quité la camiseta", como bien pueden ver en la secuencia de arriba. Un gol que convirtió al mayor de los Guti (el menor era el delantero de aquel equipo, hoy en la cantera del Elche) en héroe para la afición. Eso sí, por desgracia en un héroe efímero. Y es que la economía manda sobre los sentimientos y si bien hoy el Club Deportivo Ejido triunfa en Segunda B, el vicario se ha quedado sin equipo este verano. Momentáneamente, claro está.

"Pasé las tres últimas temporadas en El Ejido y tenía mucha ilusión por disfrutar de una categoría en la que no había debutado. No llegamos a un acuerdo, en el fútbol almeriense los presupuestos son muy bajos o nulos", dice con mucha tristeza en su voz. Rubén no busca estar cubierto de oro, él balón sería su mejor nómina, pero es sensato y tal y como están los equipos semiprofesionales, sería de irresponsables dejar su verdadero sustento, su puesto de trabajo. "Cuando el club me llamó, llegué a plantearme pedir una excedencia. Pero hay que ser realistas, el fútbol llega un momento en el que se acaba y más cuando ya tienes una edad".

Motril y Estudiantes, entre otros, llamaron a su puerta, con menos compromiso de entrenamientos y, por supuesto, prácticamente por amor al arte. Él dijo que no, tiene la ilusión de que antes o después, esa camiseta que hizo jirones por la alegría del gol en Lorca, vuelva a lucir en su tronco superior. "Sigo con la esperanza de que me llame El Ejido en Navidad. De momento salgo a correr todos los días, estoy jugando partidos con mis amigos y me cuido mucho la alimentación. No me planteo dejar el fútbol". Y no lo hará. Los héroes se merecen terminar viviendo felices y comiendo perdices. En este caso, marcando más goles.

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