Carlos Carreño y Alexis Valido coincidieron ayer al señalar que alzar la novena Superliga es una meta que se les ha puesto cuesta arriba, pero que esta temporada el equipo está acostumbrado a nadar contracorriente: "La motivación de jugar en casa y tener el agua al cuello saca lo mejor de los jugadores", comentaba el técnico ahorrador.

El líbero canario expresaba en términos similares las sensaciones de la plantilla de cara al tercer partido de la gran final (viernes, 20:30 horas): "Está difícil, pero llevamos tres meses con el agua al cuello jugando finales cada fin de semana. Veo al equipo preparado y creo que esta final se va a ir al quinto partido".

Eso significaría que Unicaja logra levantar el 2-0 adverso que se trae de Teruel, circunstancia que jugando en casa nadie descarta: "El Moisés Ruiz es una fortaleza este año para nosotros y el equipo va a estar arropado por la afición. A Teruel le pueden pesar las ansias por cerrar la eliminatoria", matizaba Valido.

Carreño espera que el público vuelva a llevarlos en volandas: "En el Moisés, el ritmo global del equipo es excelente, mostrando su mejor cara con diferencia. Sé que la gente asistirá vestida de verde para identificarse con el equipo".