Anoche tocaba remontar el 2-1 de la ida, un resultado cómodo a priori, y Hugo Sánchez presentó un once ofensivo, un equipo que debió dominar, pero que no lo consiguió. Y no sólo no fue capaz de controlar a un equipo de Segunda División, sino que no pudo marcar ni desde el punto de penalti. Todo ello propició que la grada mostrara por primera vez su descontento con el técnico mexicano con silbidos en los cambios y cánticos de "Hugo vete ya".

El Hércules, que salió con los suplentes, contrarrestó las armas rojiblancas a base de estar bien colocados y mover con rapidez el balón. De hecho las mejores ocasiones de la primera parte fueron suyas. Tras una buena triangulación, Esteban tuvo que enviar a córner un remate de Del Olmo. En ese saque de esquina, Pamarot gana por alto y Danciulescu, más solo que la una en el área chica, estrella su remate en el palo.

Con este panorama, y gracias también a una sensacional parada de Unai Alba en un remate a bocajarro de Acasiete en el 44', todo quedó a expensas de los segundos cuarenta y cinco minutos. Y si el meta alicantino salvó a los suyos en la última jugada de la primera parte, lo mismo hizo en la primera de la segunda parte, cuando detuvo un penalti lanzado con bastante miedo por Piatti.

El fallo del argentino hizo espabilar al Almería, que acto seguido tuvo una nueva ocasión con un cabezazo de Acasiete que se estrelló en el travesaño. Eran los mejores minutos de un Almería, que pasó de poder adelantarse tras un remate de cabeza de David Rodríguez a ver cómo se le escapaba la eliminatoria gracias a un tanto de Tiago Gomes, que le ganó con suma falicidad la espalda a Guilherme en el 77'. Poco antes, el brasileño se había librado de la expulsión tras una entrada escalofriante sobre Ruz, al que lesionó.