Era muy difícil y al final resultó nuevamente imposible. Unicaja Almería volvió a morder el polvo ante uno de los mejores equipos del mundo, que sigue sin conocer la derrota en esta fase de grupos de la Liga de Campeones. Los de Carlos Carreño viajaron con la intención de sacar algo positivo de Kazan, para simplificar sus opciones de clasificación. Sin embargo, como pasó en la ida en el Moisés Ruiz, los rusos sacaron todo su arsenal y, estando a tope como están, poco se puede hacer. Quizás sólo plantar cara, que ya es un logro por el potencial de su rival, y hacer dulce una muerte a más de veinte grados bajo cero.

Tras un viaje infernal a la lejana provincia de Kazan, donde el invierno es una tortura, Carreño alineó su septeto de gala. Pero ya desde el principio se vio que el Zenit no iba a bajar el pistón pese a que ya tenían el liderato más que conseguido. Desde el principio, el líder de la liga rusa mandó en el marcador. No pudo despegarse de Unicaja hasta el 11-8, momento en el que Denmark falló un penalti. Pese a que Olteanu consiguió dos puntos seguidos rematando desde zagueros y Sevillano convirtió una buena finta (14-12), un bloqueo a Soonias y un primer tiempo largo de Korzenevics provocaron que Carlos Carreño pidiera tiempo para evitar que el primer set se les fuera.

Pero nada pudo hacer. Los fallos en la recepción y la falta de seguridad en el saque, dieron la manga a Zenit (25-15) y demasiada ventaja en el comienzo de la segunda (10-5). Unicaja cambió sus jugadas, buscó diferentes fórmulas para evitar el bloqueo local, pero la altura de los jugadores del este se imponía en la red (20-13). Los ahorradores se acercaron en el tanteador gracias a que apretaron desde la línea de servicio (23-18), pero los rusos quisieron evitarse sorpresas y sentenciaron (25-20).

La suerte del partido parecía que ya estaba echada. Pero Unicaja quiso resistirse a ello y buscó la machada, en un set en el que el técnico local dio entrada a jugadores que cuentan con menos minutos. Así, los almerienses mandaron en el tercer set y llegaron al final con opciones. Dispusieron de dos balones para forzar la cuarta manga, pero ayer no era la tarde de Unicaja. Un remate fuera de Delgado dio la victoria al Zenit (29-27).

Pese a todo, los almerienses mantienen sus opciones de clasificación para la segunda fase. Para ello, es fundamental vencer y no ceder ni un solo set el próximo miércoles a las 20:30 en el Moisés Ruiz a Tours y que el Zenit Kazan también venza al CSKA de Sofía. Más emoción imposible para la última jornada.