Hoy juega Almería. Unicaja y Tours se ven las caras en el Pabellón Moisés Ruiz en una de las grandes citas de la historia del voleibol almeriense, puesto que un milagro en forma de 3-0 (y acompañado siempre por un triunfo del Zenit Kazán en Sofía) volvería a meter al Club Voleibol Almería en las eliminatorias de la CEV Indesit Champions League: la Liga de Campeones, la Copa de Europa de siempre.

Un lugar entre los mejores de Europa está reservado para el club almeriense, con el gran objetivo continental esta temporada de superar una fase de grupos que se le resiste desde hace ya muchos años. Lejos queda el subcampeonato, el único conseguido por un equipo español, en Novi Sad. El nuevo Unicaja sabe de la complejidad de alcanzar una nueva Final a 4 en la máxima competición europea, pero no renuncia a ello. El milagro de esta noche sería cumplir con el objetivo marcado y avanzar un paso hacia una posible repetición de aquella final. Con eliminatorias de por medio que también habría que superar, claro, pero ya sería un paso más con respecto a los últimos años, un paso menos hacia una nueva presencia almeriense en una Final Four.

La temporada pasada, en una noche similar a la que puede ser la de hoy, Unicaja derrotó a París y se metió entre los cuatro mejores de la Copa CEV. La de esta noche es otra de esas grandes citas. Que Kazán gane en Bulgaria y que Unicaja venza 3-0 a Tours, otro francés, como París.

Con los galos vienen un centenar de aficionados. Pero serán más los almerienses. Más de 1.000, de 1.100, de 1.200 y de 1.300. Toda Almería juega hoy. Todos lucirán la elástica de un Unicaja que no tendrá solo al equipo de este año en pista. Unicaja tendrá la fuerza de los históricos. De Moisés Ruiz (allá donde esté), Manolo Berenguel, Conti, Cosme Prenafeta, Jesús Sánchez Jover, Yu Yi Qing, Rafa Pascual, Ernesto Rodríguez, Axel Mondi, Elgueta, Matheus, Veres o Israel Rodríguez, entre otros. Y a todos los de Novi Sad.