Ángel Férez, nacido en Sevilla, criado en Madrid y con sentimiento gaditano, es una de esas personas que simboliza como pocas el cambalache de culturas e identidades que es España. Tras criarse como cancerbero en la cantera del Real Madrid, estuvo dos años en el Castilla, cinco en el Rayo Vallecano, dos en el Mérida y cuatro y medio en el Cádiz, donde tuvo que colgar las botas por culpa de una lesión. Fue en el Carranza donde comenzó a entrenar a porteros y desde ahí su ascensión ha sido imparable: campeón de Europa con la Selección Española en 2008 en Viena, un año en el Fenerbahçe y esta temporada en el Almería. Pese a que se define como un hombre tímido y al que no le gusta figurar en los periódicos para pasar desapercibido y centrarse única y exclusivamente en su trabajo, no dudó ni un segundo en conceder esta entrevista a Diario de Almería donde recuerda aquel maravilloso mes en el que llegó a lo más alto del viejo continente en el apartado futbolístico gracias a la mejor Selección Española de todos los tiempos.

-¿Cuándo comienza como entrenador de porteros?

-En mi época en el Cádiz, cuando cumplía la quinta temporada, tuve una lesión de rodilla y los médicos me prohibieron jugar al fútbol. Entonces llegué a un acuerdo con el club para empezar a entrenar a los porteros del Cádiz.

-¿Y su llegada a la Selección?

-Estando en el Cádiz, cuando llega Víctor Espárrago comienzo a hacer informes de los rivales, además de entrenar a los porteros. César Mendiondo y Jesús Paredes contactan conmigo para que haga informes en la Eurocopa. Antes de que comenzara, tengo una reunión con Luis [Aragonés] y el cuerpo técnico decide que entro a formar parte de él. Durante la previa del torneo, ayudo a Ochotorena a entrenar a los porteros y me dedico a hacer informes. En mitad de la Eurocopa, surge el tema de Turquía y Luis Aragonés me pregunta si me quiero ir con él y yo acepto.

-De las penurias económicas en el Cádiz a ser campeón de Europa con España

-Estuve en el momento idóneo y me tocó. Tengo que darle muchas gracias a Mendiondo, Paredes y Aragonés. Confiaron en mí y me abrieron las puertas para estar con la Selección Española y disfrutar de esa Eurocopa.

-¿Fue lo máximo a lo que usted había aspirado?

-Creo que ahora mismo es muy complicado aspirar a más. Estoy muy a gusto donde estoy y la verdad es que lo que yo he vivido se queda para mí. Ahora mismo lograr una Eurocopa y aportar tu grano de arena, muy poca gente puedo decirlo. Gracias a Dios, lo tengo en mi haber.

-¿Cómo es la visión del entrenador de porteros?

-Es un poco inculcar a la gente con lo que trabajas lo que tú has vivido debajo de la portería. En todos los sitios donde he estado, me he encontrado con grandísimos profesionales. Me gusta mucho acordarme de Armando, una persona en la que muchos chavales se tienen que fijar. Digo Armando, como digo Esteban. Él también es un jugador que ha estado muchos años en la élite y le ves con 34 años trabajando como un bestia. De Diego no te voy a decir nada; ya se está viendo la progresión que ha llevado y que todos los grandes equipos están tratando de llevárselo a sus filas.

-Cádiz, Selección y Fenerbahçe. Un cambio radical.

-La experiencia fue buenísima. Es un país complicado, con un idioma muy difícil. No puedes trabajar como lo haces en España. Hice muy buenos amigos allí: el Fenerbahçe es un club señor y el mejor de Turquía, equiparable a uno de los grandes de aquí. La verdad es que me encantó trabajar allí y fue una pena que no nos saliera todo como nosotros queríamos.

-Si le digo 29 de junio de 2008 y Estadio Hernst Happel, ¿qué se le viene a la mente?

-El día que ganamos la Eurocopa. Ese día mágico, en el cual nos dimos una vuelta los jugadores y el cuerpo técnico corriendo con una copa deseada en la mano. Nunca podré olvidarlo.

-Dígame recuerdos.

-La verdad es que vivimos un mes y medio, desde que comenzamos la preparación en Las Rozas y jugamos los partidos ante Peru y Estados Unidos, lleno de experiencias. Ese grupo ganó esa Eurocopa porquie se lo merecía. Era un grupo espectacular, con unos jugadores impresionantes.

-¿Qué se siente cuando le tocan a uno el Himno Nacional de España?

-Se te ponen los pelos de punta. Nunca había vivido eso. Imagino que los que ya han vivido muchos partidos, les seguirá tocando la fibra, pero no tanto como a mí. Yo sólo he sido sub-21 tres veces y ya se te ponían los pelos de punta. Pero estar en una Eurocopa con el ambientazo que había tanto en Austria como en Suiza esos días, es algo que no se puede explicar con las simples palabras, que hay que vivirlo.

-¿Es Íker Casillas el mejor portero del mundo?

-Yo creo que sí.

-¿Y Luis Aragonés el 'Sabio de Hortaleza'?

-Ese hombre es un fenómeno. Creo que es único transmitiendo lo que quiere a los jugadores.

-¿Cómo ve a España en el Mundial de Sudáfrica del verano?

-Campeona.

-Casillas, Diego López, Pepe Reina, Palop, Víctor Valdés, Aranzubía, Almunia, César...

-Ahora mismo España es el país donde mejores porteros hay. El seleccionador lo tiene muy complicado para elegir a tres. Sigo pensando que Pepe Reina e Íker Casillas son intocables. Después hay una retahíla de porteros que puedes elegir cualquiera porque lo va a hacer perfecto.

-¿Ve a Alves con Brasil?

-Me encantaría. Creo que está haciendo méritos para ir, pero ahí hay un seleccionador que es el que decide. Diego está en un momento muy dulce tanto de trabajo como de actuaciones y se merece un sitio en la selección.

-Aventúrese: dígame la final del Mundial.

-Creo que va a ser España-Brasil [pero tras dudar un segundo, Ángel se da cuenta de que estas selecciones se pueden cruzar en octavos y puntualiza]... A España la veo en la final; el otro equipo va a ser uno de los grandes seguro.