El Pabellón Rafael Florido fue testigo, el 6 de mayo de 2005, del octavo título de campeón de la Superliga masculina de voleibol conquistado por el Unicaja Almería. Era el octavo y sexto consecutivo para el club ahorrador, que se convertía en el más laureado del voley español. Desde entonces, desde aquella noche almeriense en la que Cosme Prenafeta levantaba, conjuntamente con Manolo Berenguel, el trofeo de campeones de liga, la entidad ahorradora no ha vuelto a saborear las mieles del campeonato. Tres años con Palma como ganador y uno más, el pasado, con triunfo de Teruel, en los que Unicaja no pudo terminar la temporada levantando el título nacional más importante.

En este periodo de tiempo, Unicaja ha ganado Supercopas de España y Copas del Rey, pero no la Superliga.

La afición todavía recuerda a los grandes héroes de aquella Superliga. La imagen ilustrativa, tomada durante la etapa del Unicaja Almería en el Palacio de los Juegos Mediterráneos, lo demuestra. Cosme Prenafeta, Manolo Berenguel y Carlos Carreño, hoy entrenador del equipo almeriense, junto con Juanjo Salvador, eran los líderes espirituales del equipo, testigo que hoy en día han recogido otros hombres como Alexis Valido o Bogdan Olteanu, además del propio Salvador y Carreño, en su actual faceta. El almeriense podría hacer historia si se gana la serie, al haber sido protagonista principal de todos los títulos ligueros: ocho jugando y el primero como técnico.