No hay otra opción. Si Unicaja Almería quiere seguir vivo en la Copa CEV, tendrá que ser el primer equipo que venza esta temporada en la cancha del GC Lamía. Los griegos ya demostraron en el Moisés Ruiz que están un escalón por debajo de los almerienses, pero el entrenador heleno Thiago Maroulis confía en la presión que se ejerce en su pabellón para sacar adelante la eliminatoria: "Hemos preparado un plan específico para abordar el juego. En nuestra pista hemos demostrado que somos mejores que cualquiera que venga a Lamía", dijo.

Sin embargo, Unicaja Almería ha toreado en peores plazas. Los ahorradores están acostumbrados a jugar en canchas bulliciosas y Axel Mondi asegura que lo importante es la motivación y el compromiso que tiene su plantilla para sacar la ronda: "Los jugadores están animados y se ven capaces de hacer un buen partido. Tengo un equipo de profesionales comprometidos que, seguro, lo darán todo en la pista", aseguró el técnico almeriense.

La expedición verde viajó al completo hacia Lamía, donde entrenarán suavemente esta mañana antes del choque para desentumecer los músculos. Los jugadores de Ramón Sedeño saben que esta tarde a partir de las 20:30 hora local (19:30 en España) sólo les vale ganar. Pese al 3-1 de la ida, el setaverage ya no se cuenta. De esta manera, Unicaja tendrá que imponerse en el partido o, en caso de derrota, ganar el set de desempate que se disputa a quince puntos.

Lógicamente, en la mentalidad de los almerienses no entra el jugar la última manga. En el partido de ida, los ahorradores fueron superiores y Lamía se hizo con un set porque las confianzas traicionaron a los de Mondi. Esta tarde Unicaja debe salir enchufado desde el primer punto y evitar desconcentrarse. El club informó ayer que el duelo será retransmitido en directo por Sportmanía.