Almería es la primera provincia de Andalucía en el sector de la apicultura. El sector apícola almeriense, con datos de 2012, tiene unas 950 explotaciones, con más de 166.000 colmenas autorizadas. De estas colmenas, más de 144.000 son trashumantes, y algo más de 10.600, estantes. Dedicadas a la producción, en Almería hay 257 explotaciones apícolas (33.000 colmenas), mientras que a la polinización hay registradas casi 100, con 9.000 colmenas. No obstante, la mayor parte de las explotaciones (573) y de las colmenas (113.332) son mixtas, están destinadas tanto a la producción como a la polinización. Poniente es la comarca con un censo mayor de explotaciones apícolas (352) y de colmenas (56.592), donde se dedican principalmente a la selección y cría de abejorros y a la polinización agrícola. Le siguen el Bajo Andarax- Níjar, con 191 explotaciones y 39.228 colmenas, y Alto Almanzora, con 166 explotaciones y casi 36.900 colmenas.

Uno de los problemas a los que se enfrenta el sector apícola la importación de partidas de miel a bajo coste y de dudosa calidad genera una competencia desleal frente a las producciones nacionales de calidad. Así lo expone Ángel Díaz, responsable estatal del SectorApícola de Coag. "La entrada de estos productos provoca una presión a la baja de los precios en el mercado interior y pone en peligro la rentabilidad de nuestras explotaciones apícolas. Además, la imagen de la miel española se está deteriorando por las actuaciones de algunos operadores sin escrúpulos. Cada vez son más abundantes en el mercado español los productos sucedáneos de la miel etiquetados de manera engañosa para el consumidor".

Según Díaz, para evitar esta competencia desleal, las autoridades competentes deben garantizar a los consumidores que la miel que entra en la Unión Europea (UE) cumple todos los requisitos sanitarios (ausencia de residuos de antibióticos y sustancias prohibidas) y de calidad (adulteraciones con jarabes azucarados) vigentes en la UE. Para ello es necesario mantener un nivel elevado tanto en frecuencia como en número de controles en los puestos de inspección fronterizos, (muestreos analíticos) para garantizar que las partidas de miel procedentes de terceros países con residuos de antibióticos no entren en la UE. "En este sentido, se debe realizar una especial vigilancia en las mieles procedentes de países como Uruguay, Turquía y Vietnam, entre otros, que se han consolidado como principales mercados de exportación de miel y que pueden estar sirviendo de intermediarios para introducir aquellas partidas que por problemas sanitarios no pudieran acceder a la Unión Europea desde su país de origen, caso de China".

Otro de los temas que ha afectado al sector apícola durante este año ha sido el conflicto sobre los plaguicidas neonicotinoides. Desde Coag valoran positivamente la decisión de la Comisión Europea de prohibir el uso de tres plaguicidas neonicotinoides que contribuyen al declive de las colonias de abejas. Quince países, entre ellos España, respaldaron la propuesta de la Comisión, que tiene su origen en tres informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en el que se relaciona el uso de los insecticidas neonicotinoides con la alta mortandad de las abejas. "Además, esperamos que el Magrama y las comunidades autónomas pongan en marcha los programas de seguimiento a los que obliga la Directiva comunitaria 21/2010 desde hace 3 años, que permitirían obtener muchos más datos e información sobre estas moléculas, sobre todo, para poder tomar una decisión definitiva, ya que lo que se ha aprobado es una suspensión de un máximo de dos años. Las restricciones aprobadas se aplican desde el pasado 1 de diciembre".

Pero también, en Coag consideran fundamental que la UE y el Gobierno español trabajen en la búsqueda de alternativas al uso de estos productos.