Finanzas

Una comercializadora aúna a las empresas de blanco Macael

  • Es una idea que la Asociación de Empresarios ha presentado a los patronos de la zona, que hay que perfilar cómo operará

Dicen que las modas vuelven y no es del todo incierto, y es que aunque "todo tiempo pasado no fue siempre mejor" hay que saber hacer lecturas de las situaciones antiguas para aprender de ellas. Quizás de esta forma han vislumbrado en la comarca del Mármol las distintas instituciones, representantes políticos y empresariales una nueva forma de intentar salir de la crisis. Y es que en tiempos complicados hay que echar mano de la astucia y no descartar ninguna posibilidad. Hace ya más de 30 años que en la comarca del Mármol dejó de trabajar una cooperativa que englobaba a todas las empresas del sector y cuyo fin era vender el producto macaelense a gran escala. Una fórmula que se utilizó para exportar la piedra natural fuera de nuestras fronteras y también para conseguir una importante unión en el empresariado de la zona. La cooperativa se encargaba de comprar el mármol a las entidades que lo extraían, y que en esos momentos no estaban preparadas para una comercialización a gran escala. Los propietarios de las empresas recibían el dinero de esa transacción, y luego la comercializadora se encargaba de hacer llegar el producto a los demandantes de materia prima. Las entidades contaban con una liquidez muy importante, a pesar de que ese material no fuese adquirido de inmediato por compradores. Era una fórmula que aseguraba una competencia leal entre empresas, ya que el precio venía estipulado de manera global.

Durante muchos años se actuó así, pero la bonanza económica hizo que cada entidad se abriese camino y funcionase a su manera, dejando aparcada esta cooperativa. Ahora en una situación bastante complicada desde la Asociación de Empresarios del Mármol (AEMA) han puesto sobre la mesa la posibilidad de poner en marcha de nuevo este proyecto, aunque con ideas renovadas y con una tecnología que antes no existía. Una idea que ha recibido un importante respaldo por parte del empresariado y del Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra, CTAP, y la Cámara de Comercio de Almería.

Se trata de englobar a las entidades extractoras de Mármol Blanco de Macael para que la venta de este producto, que hoy en día está algo devaluado, vuelva a situarse como el baluarte de la piedra almeriense. La comercializadora sería la encargada de elaborar un plan de negocio que posicionara al mármol dentro del segmento que le corresponde. Una forma de unificar precios y de poner el Mármol Blanco en valor. De esta manera el producto que salga de la comarca estará homologado. AEMA quiere aprovechar y poner en marcha el "mármol garantizado". Un material que lleve el mismo embalaje y se presente de manera homogénea a los compradores finales. Entre las actuaciones de esta cooperativa estará la de instaurar una normativa para todas las empresas, que de forma posterior serán auditadas por SGS, entidad americana experta en estos asuntos. Así se conseguiría concentrar la oferta y regular los precios. Este proyecto se va a compaginar con otro del CTAP que está formando a aun grupo de comerciales para que a nivel internacional introduzcan la piedra de esta comarca por todo el mundo. Una forma de acceder a mercados externos de forma más incipiente.

A las empresas que se asocien dentro de este proyecto se les va a pedir que presenten el volumen de ventas que han tenido en los dos últimos años, así como el stockaje actual para conocer las características de cada uno de los negocios de manera particular. Habrá un protocolo de actuación bastante rígido, en el que entre otros aspectos se solicitará el compromiso de la producción por un periodo mínimo de 5 años, y así evitar que las empresas entren y salgan de manera aleatoria. Además se aprovechará la tecnología de vanguardia que aporta el CTAP, ya que gracias al avance tecnológico que se desarrolla en este centro las propias máquinas serán las encargadas de clasificar el material, según sea de tipo A, B ó C. Esto supone una forma de aprender de los errores antiguos, ya que la clasificación de material planteaba problemas, en ciertas ocasiones, entre unas empresas y otras.

La idea es comprar parte del stockaje que las industrias tienen almacenado para ofrecerle cierta liquidez que les permita seguir moviéndose mientras se solventan los problemas actuales de morosidad, impagos y descenso de ventas.

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